-Sus orejas se posicionaron otra vez hacia atrás cuando rascó su cabeza, provocando que su instinto felino salga de la peor manera, en forma de tranquilizantes ronroneos a medida que inclinó su cabeza hacia su mano.- Ah... ¿Dormí mucho...?

-Mencionó en tono suave y bastante sumiso debido a las caricias que no paraban de estremecer y relajar su cuerpo por completo. Sus párpados nuevamente se cerraron unos momentos y negó con la cabeza antes de responder a sus preguntas.- Estaba soñando con mis padres. Tuvimos una cena y mi padre se cayó de la silla. Fue divertido.