Con que una iglesia... -Se quedó pensativo ante ello, él no tenía ni idea sobre esas cosas, así que le creyó ingenuamente.-

¿Extraes el olor de las flores? ¿Eso es posible? Pensé que solo se hacían medicinas con las hiervas y las flores. Es increíble, estás lleno de sorpresas, mi querido amigo. -Se quedó pensativo ante sus últimas palabras y luego soltó una pequeña carcajada nerviosa.- Espero no te moleste eso de amigo.

Aquí en el mercado venden verduras, aunque más al fondo. ¿Vienes a almorzar con nosotros? El Elfo está en mi taller esperandome. Voy a forjarle su arco pero antes le prometí de almorzar. -Continuó caminando con tranquilidad mientras desvió su mirada hacia el muchacho.-