Con los brazos cruzados, y ladeando un poco la cabeza, Kafka escuchaba detenidamente cada una de las palabras de aquel joven. Era claro que su origen iba más allá de los estándares comunes, sin embargo, no pareció exaltarse demasiado por ello. Era extraño, pues de alguna forma sentía cierta familiaridad hacia él, pero la cazadora de Estelaron lo inclinaba más hacia el hecho que le recordará a un conocido suyo.
— Es un placer, Soujiro. — Expreso de forma suave y glamurosa.
Dando un sorbo más a su copa, continúo enfocando sus ojos en los del joven, mientras hacia un movimiento orbital con la copa de vino, causando que los aromas de aquella bebida se vieran incrementados debido al intercambio de fluidos entre la superficie y el interior de la copa.
