La forma tan directa de dirigirse a su persona, sin dudas le pareció gracioso. No cabía duda de lo acostumbrada que estaba últimamente a ese tipo de interrogatorios, sin embargo, no era algo que genuinamente disfrutará. Aun así, no mostró molestia alguna, sino todo lo contrario, ya que en ese preciso instante, Kafka se limitó a emitir una sutil risilla irónica, culminándola con una cordial sonrisa dirigida al joven.
— Y dime… ¿Qué te hace pensar que yo sé algo sobre este tren? Quiero decir, apenas nos conocemos, sería extraño asumir mis conocimientos locales, ¿no te parece? Jmjm... — Respondió bajo una tonalidad particularmente cortes, mientras tomaba el tallo de su copa, para levantarle, y asi sorber un poco del vino.
Para ese entonces, Kafka no estaba del todo segura de las intenciones de aquel chico, pero sin importar cuáles fueran, bajo ninguna circunstancia, una cazadora de Stellaron podía revelar sus cartas tan fácilmente.
