Eso creí, si no puedes notar ese peculiar encanto, me cuesta creer en la palabra de la belleza. —Añadio, dandk un ligero toque en la punta de su nariz con la yema de su dedo indice derecho.—

Soraka suspiro algo decepcionada pero no podría cambiar el pensar del chico. Nego escuchando cada una de sus palabras. — No, no soy de ver esa clase de cosas no otra vez..— murmuró bajo mirandole fijamente.

¿Hermoso, dices? Quizás escondes mas violencia de la que aparentas Soraka, dime ¿Te gusta ver la sangre derramarse? —Sonrió un poco, mas de forma fascinada por la simple idea de compartir con alguien mas aquel peculiar encanto que la sangre podia tener.—

Nego soraka estaba encantada los ojos del ajeno eran tan profundos que sentia que eran un mar que temía nunca salir. — Eres hermoso, tan y como eres. —

—Ante el tacto de sus dedos sobre ambas mejillas, este se mostró aún confundido conforme alzo ligeramente una ceja.— Quizás tienes problemas de vista.

— Aun asi son hermosos. — Toma sus mejillas mirandole a los ojos.

¿Eso crees? Me parece que son ojos que demuestran mis verdaderas intenciones.

— Tu ojos es lindo. —