Sonrió ante el gesto ajeno de mantener su mano en su mejilla, le gustó la calidez ajena, más ahora que poco a poco el se iba enfriando —Eso es por qué me conociste cuando yo era un niño, y no me viste la estación pasada, aún que soy bastante molesto en el verano, es más cómodo para mí el otoño —
Aunque lo tomó por sorpresa el tacto en su mejilla, no hizo nada por alejarse. Soltó en un suspiro el aire que había contenido en sorpresa y llevo su propia mano a la adversa, manteniéndola allí.
—También me alegra verte... No tenía idea de cómo cambiabas durante las estaciones.
Khan sonrió con suavidad y paso su mano por el rostro de Shaitan acariciando su mejilla y descubriendo aquel ojo el cual miro con calidez, era diferente verlo con los ojos de un adulto
Su corazón de nuevo dio un vuelco; pasaba en cada encuentro con el intrigante Khan. Cuando era cachorro huía de su mirada, pero ya de adulto solo podía sentir ansias de que se acercara.
Su único ojo visible transmitió una mirada cálida y sonrió, aunque fue apenas perceptible.
—Lo lamento, no estaba espiando, solo... me sorprendí.
Una sonrisa suave se dibujo en su rostro cuando la escencia de aquel dragón llegó a su nariz, se acercó entonces con cautela hasta donde él estaba, esperando no alejarlo.
Se acercó lo suficiente para llegar por la espalda del mismo y susurrarle
—No es correcto espiar a un amigo Shaitan, deberías solo saludarme —
La brisa fría, además de traerle una sensación poco agradable en la poca piel expuesta, trajo el aroma inconfundible de a quien, en secreto, dentro de su solitario e insignificante corazón, consideraba un amigo.
Lo vio y era como si alguien más se hubiese robado su aroma. Habría creído que Khan había sido devorado por aquel dragón, si no fuese porque sabía a pocos detalles de sus cambios físicos.
Le costó hablar, así que no lo hizo, se limitó a mirarlo desde pocos metros de cercanía.
