[code]Algunos de acuerdo en ir a donde dictaba la que mandaba en ese momento, otros en desacuerdo queriendo únicamente escoltar a la chica a su casa, llegar a donde se debía desde un comienzo. Una pena, a pesar de los gustos individuales de cada quien, todos, sin distinción de ningún tipo, obedecieron a aquel antojo de la nipona.
Andaban junto a ella, uno a cada uno de sus lados: uno en frente, otro atrás y el resto a su izquierda y derecha. Y, con el camino ya marcado, entraron a uno de los establecimientos, pasando por debajo de las cortinas que marcaban la entrada.
- Buenas noches. — casi canturreó la mujer que entró en aquel lugar. Estaría vacío de no ser por un señor mayor tras la barra que conversaba con un joven, el cual estaba situado en el marco de lo que la mujer supuso que era la cocina del lugar — ¿Tendrían arroz, tofu y sopa de miso? — solo esas palabras hicieron falta para llamar la total atención de aquellos dos.
