No es una sorpresa que cada pequeño beso fuera respondido con tal ánimo, después de todo, la propia emoción de Juno resultaba contagiosa.
━ ¡Tú me encantas! ♡
Incluso hubieron risas de por medio, se denota que puede estar más que contenta junto a ella. Que no se note como ignora el celular de su novia apropósito; anda ocupada dándole amor. ¿
Trata de no sobrereaccionar, pero cada vez que escucha esas dos palabras en la voz de Meiko, Juno siente que no puede respirar de la emoción.
— ¡Eso...me encanta! ♡
Exclama tomándole de las mejillas lista para besarla nuevamente. Una ráfaga de besos en esos labios adorados cuando escucha su celular vibrar insistentemente. Eran sus compañeros de equipo, reclamando que se uniera a la siguiente partida con desesperación. (?)
Disfrutó de cada segundo, la sensación tan cálida y gustosa, ese sabor único que agrada tanto a su paladar y superaba con creces cualquier dulce que hubiera probado con anterioridad. Pronto, cuando hay distancia, un pequeño suspirar escapa, pero fue acompañada de una sonrisa, cautivada por esa habla, le encantaba.
Qué agradable era sentir sus brazos tomando posición en su cuerpo, sosteniéndole cerca. Los labios de Juno continuaron el movimiento lento y pronunciado sobre la boca de Meiko; suficiente para necesitar recobrar el aliento y separarse sólo un poco. Esa pausa no sería en vano. La pelirrosa aprovecharía esa cercanía para sonreír y expresarle su sentir, como siempre que tenía oportunidad de hacerlo.
No iba a detenerse tan pronto, esos labios tan dulces siempre despertaban ese deseo por probarlos más, la sensación tan suave y meramente perfecta. Incluso sus brazos pudieron rodear mejor al cuerpo de su novia, evidente la intención de no querer separarse; Juno la atraía de un modo inexplicable.
Nuevamente abrazándose a ella, aprisionandola entre sus brazos sin irrumpir ese beso deseado que cumplía su objetivo. Juno ya no hablaba, sólo correspondía a la suavidad de esa boca que tanto amaba. Los besos de Meiko tenían eficacia, e incluso despertaban el gusto egoísta de la chica por tener más y más de ellos.
Mantuvo un breve silencio pero, el que le responda de esa forma, tan digna de ella, sencillamente no podía resistir al mismo encanto de la pelirrosa. No le dijo nada, tan solo fue a por ella, tomaría los labios de su novia en un nuevo beso, lleno de gusto e incluso, mayor pasión que antes.
Mantuvo su sonrisa hasta ser atrapada por esa mordida en el labio, misma que le hizo reír de forma silenciosa. Juno entonces convierte el agarre de su mano en una caricia amorosa. La llenaba de gusto cuando había cierta amenaza en las palabras de Meiko; se animaba a desafiarla sin dejar de mirarle.
De no ser por todo ese momento y el hecho de que se encontraba junto a Juno, seguramente ya estaría sudando frío. ¿ En cuando siente el movimiento, las propias palabras que le dedica, íntimo carmín el que se aproxima, la unión entre la vergüenza del antes y el ahora. Como "castigo", se arrojó a morder el labio inferior adverso.
A Juno le resultaba bastante adorable esa reacción evasiva, y todas esas donde Meiko parecía fingir demencia. (?) Con una de sus manos apoyada ahora en la mejilla de la mayor, mueve su rostro de regreso para mirarle. Bastante cariñosa susurra entonces.
— Con esa boca que me dijo groserías ahora quiero que me beses mucho...~
