« Back to Album
Newest First | Oldest First
[code]Jules se vio tentado a tomar la mano de la chica entre las suyas, intentando franquear una barrera que, como muchas otras, se habían antepuesto entre ambos, de uno y otro lado. Al final no fue necesario, dado que Arizona la bajó, siquiera un poco: lo suficiente para encontrarse con esos ojos adorados una vez más, aderezados de manera tan deliciosa con el rubor, más abajo, de los pómulos, que tan linda la hacían ver. Su sonrisa disminuyó un tanto al matizarse con la ternura y la gratitud. Jules negó con la cabeza, antes de añadir, en una voz suave, cariñosa, que solo la joven podría escuchar: —Me es imposible no hacerlo... Tan solo verte me hace actuar así, minina. —La inflexión de esa última palabra fue sutil, pero imposible de ignorar. Era como un pequeño secreto entre ambos.[/code]
AC1555631 · F
Pronto entendió el otro motivo de sus palabras y por ello el rubor que anteriormente apenas empezaba a mostrarse se acentuó aún más, haciendo que la metamorfa alzara la mano solamente para ponerla a la altura del rostro masculino y así evitar que se vieran mutuamente. — Estás volviendo a hacerlo... — Murmuró aunque con una leve sonrisa esta vez. — No puedo estudiar contigo así... — Aguantó el aire unos segundos en pos de tranquilizarse antes de bajar su mano un poco. — Tú también eres magia en mi vida...
[code]Dos factores contribuyeron a su entusiasmo. El primero, la magia misma; era tan parte de él, inseparable de su misma naturaleza, que hablar de ella lo entusiasmaba en grado sumo. El segundo, no menos importante (en últimas fechas, el primordial) era la presencia de Arizona, que había traído a su vida nuevos estímulos y razones, tras el encierro prolongado al que se había sometido voluntariamente, tan similar a morir en vida. Fue por ello que sonrió de lado a lado, asintiendo con ahínco. —¡Claro que podrás! Desde el inicio, encontré magia en ti; es cuestión de saber despertarla. —Aquella observación tenía más de un sentido, como su mirada enternecida, fija en el rostro de la chica, pretendía dar a entender.[/code]
AC1555631 · F
— Uhm.. — Fue lo único que atinó a decir, un poco más concentrada ya en lo que le estaba diciendo. ¿La magia era tan asombrosa? Ella jamás lo hubiera imaginado pues en tiempos de antaño la sola mención de esa palabra lograba provocarle un enorme miedo. Haber decidido aprender un poco de esa arte mística le significó un paso enorme y un cambio de igual tamaño pero tenía que ayudar de algún modo a Jules para que éste pudiera liberarla de su maldición. — ¿De verdad crees que pueda hacerlo? — Una mueca asomó por sus labios al tiempo en el que ladeaba la cabeza, dejando caer su cabello cual cascada sobre uno de sus hombros.
[code]Tan distraído estaba, entre la lección y la cercanía de Arizona, que no se había percatado siquiera de que sus dedos jugaban con la ropa de la chica, sin pensarlo. Incluso tardó unos segundos en procesar la pregunta que ella le había hecho; como si saliera de un trance, Jules parpadeó un poco, mostrando ligero desconcierto en el rostro: ahí estaba esa expresión de profesor despistado, tan ad hoc con la escena del momento, que casi había quedado en el olvido. —Eh... —Aún tardó un poco más en responder. Retiró la mano con disimulo, fingiendo mayor interés en los apuntes que en el rostro de la chica; obviamente, aquello resultó casi imposible. —Todas las ciencias naturales, en realidad... Hay bastante de fórmulas, leyes y causalidades en la magia. Lo único que hacemos es darle un pequeño empujoncito a la naturaleza para que haga lo que queremos.[/code]
AC1555631 · F
— Entonces... ¿Dice que la magia tiene que ver con la química? — Murmuró Arizona mientras inspeccionaba sus apuntes en aquel pequeño cuaderno que Jules le había obsequiado para continuar sus enseñanzas. Agena a todo no se dio cuenta de como el mayor jugueteaba con su manga hasta que fue, en efecto, tan notorio como para que su piel acusará un leve cosquilleo merced a la fricción entre la tela y su brazo. — C-concéntrate. — Presionó sus labios fuertemente sin atreverse si quiera a levantar la vista pues quería ocultar el carmín reciente en sus mejillas.

Add a comment...
 
Send Comment