— Fingía no poner atención en las palabras de la mujer hasta que sus últimas palabras lo insistan a la curiosidad — ¿Secretos? — ¿Quién no tenía secretos? El tenía secretos pero a menudo solía ocultarlos debido a los espías cobardes como cierto Rey, además de otros secretos que no todos comprendían — Shhhh... La curiosidad no mató al gato, este se quitó la última de sus vidas al descubrir la horrible verdad, lo sabrás todo en su momento.
— Si tanto te gustan los duraznos tendré que tener grandes hectáreas para que estés ocupado y no molestes más. Si eso te hace feliz te daré lo que pides pero con una condición. * Mostrándose con suma seriedad al responder lo que se le ha ofrecido * — No deseo secretos !
—@Kaoru Nakamura: Tú misma mujer chocha lo haz dicho, soy el mejor de los hombres, casi no gastarás en mi manutención, solo dame duraznos y ya — levita hacia un árbol y se posa en sus ramas sin prestar atención en las demás palabras de la mujer — Soy el mejor —se estira lleno de pereza.
— Ajá, gustarme y sobre todo tú un maldito arrogante y soberbio estúpido que no hace mas que comer duraznos. es obvio pertenecemos a mundos diferentes, quizás tú tienes una vida de lujos,yo una vida de miseria y hambre y jamás te admitiría como alguien especial en mi vida ya que quien te necesita ? * Obviamente en sus palabras hay mucho de cierto ya que desde que Salander murió hace meses atrás no le interesa contacto con el exterior más que ir cumpliendo la ultima voluntad de su padre *
—@Kaoru Nakamura: — he? tienes algo contra eso? —Tal vez aquella mujer no podía entender la singularidad de sus adornos y costumbres —Resaltan mis bellos ojos, mujer... sé que te gustan — saca su varita y comienza a jugar con ésta girándola entre sus dedos, mientras le regala un guiño a la mujer —Tú y yo pertenecemos a dos mundos distintos, obvio el mío es mejor con tan solo el hecho de que existo — tiene muchas admiradoras— en el fondo tenemos tanto en común, aunque claro que no lo aceptes a la primera.
—He? ¡Soy un magi no un duende maldita sea...y no me preguntes más, si es que no quieres que tu siguiente apodo sea tonta! —Coloca sus brazos sobre sus caderas mientras esboza una amplia sonrisa un tanto maléfica — Duende yo.. —refunfuñaba.
... ¿E...Eres una especie de mago-duende o algo así? -El asombro no cabía en el pequeño cuerpo de la pastelera de dulce caracter, incluso cubrió sus labios para qué la sorpresa no fuera tan evidente.-
—Observa a la mocosa con desdén —¡Ni se te ocurra tocarlo! —Levita alrededor de la "humana" — Es demasiado genial para ti...simplemente no lo mereces ni siquiera de verlo, ¡Mocosa!
