Oh, Beck. Duele verte llorar, sentirte tan rechazada. No sabes cuánto me gustaría ir a abrazarte y apoyarte contra esa almohada verde y llenarte de amor y club soda producida en masa. Quiero todo eso. Pero no puedo intervenir. Necesitas tu espacio para separarte de ese gilipollas y yo espero que tu tristeza se convierta en ira.