— Tengo todo el tiempo del mundo— Aseguró.

Después de todo de su parte por aquella respuesta era la primera vez que realmente le parecía relevante la atención de una mujer, incluso el iris verde de sus ojos pareció tener una respuesta orgánica que exteriorizaba un poco su agrado, esa parte Británica que conjugaba a la perfección con su segunda descendencia: Japonés. Y sin embargo imperaba más los genes de su familia materna; ese físico agigantado y esos rasgos faciales tipo Europeo.

Notó ese rubor y le observó discretamente queriendo guardar esa bella imagen en su memoria. — Sí vas a beber así tendré que cargarte—