JoshuaPriebke

Ooc: Agradezco que aceptará.

No tenía el libro en manos y cuando se volteó para darle las malas noticias, escuchó lo que el rubio dijo. No pudo evitar quedarse pálida por unos instantes. Se quedó con los labios entreabiertos y con un sabor amargo en el paladar. Pasó nuevamente ambas manos por sus jeans y se volteó hacia el primer estante que encontró a su costado. Sus dedos temblaban y sus labios también, sus mejillas se tiñeron de rosado y sus dedos se pasearon nerviosos por cada título de libro que encontraba. Su cabeza se hizo un remolino de pensamientos, ¿cómo sabía? No quería hacerse la tonta, preguntando un "¿A qué te refieres?" Lo observó de hito en hito intentando identificarlo en la manada de Paul, intentando ubicar aquel color de iris del masculino en algún lobo y... nada.

Cerró ambas manos, formando por unos instantes un par de puños. Lo observó tan sereno que por dentro se desquició. Si él sabía, ¿acaso era tan mala escondiendo lo que estaba dentro de si? Tessa podría haber dado con su naturaleza e incluso cualquier otra persona podría comunicar a su padre donde se encontraba su hija "perdida" desde hacia cuatro años. Se acercó a él y no apartó su mirada azulina del perfil masculino.

—¿Cómo lo sabes? Tú-...

Su olfato percibió el olor a lobo. Retrocedió y al intentar sostenerse en un estante, logró que un par de libros cayeran al suelo afelpado, ocasionando un sordo sonido. Se mantuvo con el ceño fruncido y con los labios aún entreabiertos. El rubio olía en su totalidad a lobo y por un momento logró ver en él a cualquiera de la manada después de una reciente transformación. Él era como ella y como otros diez más.

—Al parecer tienes un control sobre ti en ese aspecto, ¿no?

Gracias por aceptarme

Out: No se preocupes :3

- Pues luego del enfrentamiento que tuvimos con mi padre, Dimitri estaba muy débil y ya no podía cuidarme más y en ese momento me di cuenta que estaba equivocada en varias cosas. Soy la hija de mi padre finalmente me acepte tal cual era y eso era lo que necesitaba para ser fuerte.

Habló más para sí que para el rubio pero sonrió con dulzura una vez que salió del servicio con el botiquín de la mano. El antiguo muñeco gruño por lo bajo a ver como estaba tan cerca suyo.

- Espacio, Joshua, espacio.

- No seas gruñón. Joshua ven a sentarte debo curarte esas heridas.

Rol Mode Off: ¿Gusta iniciar un turno?

- No pensaba que podría -Ahogo una pequeña risa para separarse de él y acariciar la cabeza del animal. Preocupada por la nueva información inicio un caminar hacia un hotel cercano. - Me ando quedando ahí, es muy pequeño pero lo necesario para dejar mis cosas y salir a buscar un trabajo -Se volvió a su dirección con gran emoción - ¡¿Te imaginas?! Yo teniendo trabajo -Río de manera suave - Es tan emocionante... vivir sin temor. -Una vez dentro del lugar, saludo al propietario con un ademán de su mano, subió las escaleras con la esperanza de ser seguido y en tercer piso abrió la primera puerta. Dejando la mochila que tenía en sus hombros sobre una pequeña cama donde yacía un hombre mayor de cabellera plateada con un cuerpo escultural. Este con gestos cansados sonrió a ver a su protegida pero trato de sentarse a ver al rubio.- ¿Joshua? -Susurro el varón con sorpresa.- Tú quédate recostado y sí. Me encontré con Joshua, como verás esta demasiado desastroso así que le dije que podría venir acá. -Ofreciendo asiento a su amistad fue al pequeño baño sacando un botiquín.- Joshua, él es, la verdadera identidad de Babar, Dimitri.

Una seguridad que había perdido a lo largo de los meses se hacía presente. Estar envuelta en aquellos largos brazos la hacían sentir protegida y agradeció mentalmente por ello a cualquier entidad que trajo a su amistad hacia su dirección. Cerró sus orbes y se dejo embriagar por la sensación más luego unos movimientos la hizo despertar, clavando así su mirar zarco hacia el can con una sonrisa aún mayor que segundos antes.

- ¡Piper! - Había extrañado tanto al dueño como el lobo y eventualmente rezaba por ellos pero ahora era tiempo de dejarse de saludos e iniciar una conversación junto al reparo del rubio. Escucho las palabras de él y el gesto con sus labios fue apenas visible ¿Qué había visto su querido amigo? - No te preocupes, realmente, ahora debemos ir a curarte...Estás hecho un desastre. -Dirigió sus manos a las mejillas del varón, acariciando las cicatrices con las yemas de sus dedos.- ¿Sigues viviendo donde antes?