Escucho esa voz tan particularmente conocida, al dirigir la mirada se topó con Diego y no le quedó más remedio que soltar un suspiro, pesado, cansino, pero renovó fuerzas para extender una sonrisa cargada de sarcasmo en su rostro. — Y tú...¿Ya te cansaste de ser nuestro acosador número uno? Diegosaurio, parece que tienes mucho tiempo libre... ¡Upsiiii~! el ocio es el enemigo del Jorkey— Ahora notó como Johnny prefirió huir en vez de ayudarle a cerrar el hocico al Brando, en fin, ella podía sola.
* Observa a aquella pareja de perdedores, los cuales les han dado muchos problemas durante la carrera de SBR, a lomos de Silver Bullet se mofa de la condición de Joestar. Con su tono arrogante este le dice a ambos. *
Ya acabaste de hacerla de niñera de ese inútil ? Aunque dudó que puedan hacer algo para ganar la carrera.
Escucho el estruendo detrás de ella, eso le hizo soltar un suspiro y desviar la mirada atrás notando un Johnny empapado. Solo era agua, optó por comportarse de la misma manera cuando la carrera de SBR empezó, el panorama de un Johnny arrastrado por Slow Dance mientras ella solo observaba con indiferencia, esta vez era diferente, el aludido podía caminar y solo estaba empapado. Así dirigió su atención de nuevo en su amada yegua para seguir lavandola.
Jhonny, aunque estando desanimado no podía descuidar a su querido slow dancer y se dispuso a acompañarle pero en su mente rondaban tantas cosas que terminó tropezando con el balde cayendo al río y empapando su ropa hasta el gorro, definitivamente nada le estaba saliendo bien
En el río se dispuso a quitarse las botas y los calcetines, subir sus pantalones hasta la rodilla, despojando así también a Valkirye de las piezas que ostentaba soltándole completamente la crin. Un par de gentiles golpecitos bastaron para que la bestia la acompañará al agua, se aseguro de llevar el balde, el cepillo del animal y algo de jabón.
Al verla partir no pudo evitar soltar unas lágrimas, como era costumbre, aun así con sus ojos llorosos y su torpe caminar corrió tras ella, no quería dejarla ir aun así no quería tampoco molestarle y se detuvo caminando lento a unos metros de ella, ya no sabía que podía hacer para verla sonreír y hacer sus tonterías con él, simplemente se quedó caminando tras ella hasta el lago.
Mantenía el ceño fruncido y ese gesto de por más tosco y distante, no se tomó ni la molestia de cruzar palabras con el Jōestar,ya se había retirado de ahí, tomando de la rienda a Valkirye y dando pasos hacia el río.
