Aunque sin intender muy bien lo que quería decir, sabía que era una promesa entre ellos y sonriendo sin que lo notara dijo:
—bueno, vamos a continuar con esto que será un largo camino.
Tratando de sonar genial y serio para mantener la compostura y no dejarse deslumbrar por los adornos y la vistosidad de su compañera

La prohibición que impuso el menor le pareció terrible, ¡Vaya mocoso astuto! Pues el tomar su mano lo sintió como una vil trampa y eso le causó mucha gracia.

— Prometto che è la parola di Zeppeli — Elevó entonces la mano libre como sí lo jurara, anexando a su acción un gesto tranquilo en el que incluso cerró por un instante sus párpados coronados por unas largas pestañas rubio arena.

Es cierto que estaba ruborizado al entregar su mano pero lo hizo con la plena confianza de que estarían juntos afrontando su aventura.
—bueno, pero no te metas con mi gorro de nuevo.

Le pareció extraño que él le...¿ESTABA OFRECIENDO SU MANO?, la rubia llevó su mano a los labios para cubrir su gesto de sorpresa y lo dudo unos segundos antes de tomar la mano del menor y estrujarla en un gesto amigable.

— ¡Nyo-Hoho! Johnny... Prometo que apostaré mi propia vida en esa carrera—

Viendo como se acomoda el sombrero mientras deja escapar un suspiro leve dice:
—No hay problema, el pasado entre mi padre y yo ha quedado zanjado y ahora debo concentrarme en mi objetivo.
Mientras decía esas palabras con un seriedad inexpugnable también tendía su mano hacía su nueva compañera de viaje.

Cuando escuchó la parte de: la muerte de su hermano, la rubia tragó saliva y se mordió la lengua. Comprendía un poco aquello de la perdida de seres queridos, como una empatía.

— Oh, no debí preguntar eso— Sincera soltó el comentario y llevó la diestra para tomar el borde de su sombrero, acomodandolo trato de recuperar la calma.

Tocando su gorro levemente con la punta de sus dedos como una caricia dijo
—este gorro, es de mis días en casa cuando mi padre me enseñaba a montar caballos... eran los buenos recuerdos de mi padre antes de que muriera mi hermano.
Lo dijo sinceramente y de corazón a pesar de su sobriedad la joven italiana le causo una calidez que lo hizo hablar sin pensar

— He tenido una gran curiosidad todo este poco tiempo en el que te conozco, hmm ¿Porqué siempre usas gorrito?— La Italiana se acercó a él para colocarse un poco a su altura, el menor se encontraba sentado y era bueno alcanzar una margen de visión para establecer una conexión.

—Oooye, calma deja mi gorro en paz >~<
Dice Mientras aleja su mano y se acomoda de nuevo su preciado gorro

Le quita el gorrito — ¡Nyo-Hoho!—