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JokerRen · 31-35, M
era otra cantaleta en la canción de su pobre y vetusto lenguaje, carente de palabra o letra siquiera comprensible
JokerRen · 31-35, M
Incluso en tan caótico estado era accesible a la información de lo que ella era y que el sol podría segar su vida si no tenía el máximo cuidado con ello. Esta vez fue contundente al aplicar la presión a sus piernas nuevamente y lanzarse rápidamente al tronco del árbol para hacerlo caer con su cabeza; obra que resultó un éxito cuando superior a la mitad del tronco; todo el follaje se venía abajo, conduciéndole un refugio del sol improvisado entre las espesas hojas que no dejaban entrar luz alguna. Por si aquello no hubiese sido suficiente para él; un gorgoteo de su rugido se vio interrumpido al saltar contra el tronco cortado para poder pisarlo hasta el suelo y dar el diafragma de moverse con cierta libertad a la chica dentro del simple refugio.
— ¡¡Groaaaaaaaaaa!!
Al fin un sonido emergió de quien no deseaba o podía hablar, un rugido animal, un intento de decirle "Quédate ahí dentro" como fuese posible. A él no le era ya problema estar expuesto, pero ella -
— ¡¡Groaaaaaaaaaa!!
Al fin un sonido emergió de quien no deseaba o podía hablar, un rugido animal, un intento de decirle "Quédate ahí dentro" como fuese posible. A él no le era ya problema estar expuesto, pero ella -
Sa1578509 · 18-21, F
[code]...Era su final, pero no podía soportar el maremágnum de miedo atiborrándola completa. El morboso escenario de su pasado la sujetó de sus cuatro miembros como una marioneta y su mueca llena de horror, fue agónica y desesperanzada. Iba pronto a reducirse en cenizas.[/code]
Sa1578509 · 18-21, F
[code]El rostro pálido y delicado de la sexta luna superior se derrumbó entre sus manos, dejándose indefensa, perdida y pequeña en el extravío de su impotencia. No podía hacer nada por él. Su corazón estaba astillado por una espina, su alma resonaba acompasadamente un miedo mayúsculo, una innombrable perturbación la asfixiaba, y de pronto, todo estaba en llamas, su cuerpo estaba demasiado expuesto al infierno solar. ¿Cómo sucedió? El golpe fue abisal e inesperado. Las nubes habían descubierto el sol de medio dia en su punto más alto cayendo directamente sobre la hermosa ofrenda. Las ropas de Daki se disolvieron en un vendaval candente que creó varios remolinos irrefrenables que empezaban a carcomer su exuberante anatomía. La pirofobía que ella padecía la hizo gritar desgarradoramente, crujiendo la piel carbonizada de una de sus piernas y el brazo contrario.[/code]
JokerRen · 31-35, M
la cabeza, pero irónicamente, era ese mismo lado el que deseaba dejarla en total paz, cuando el sanguinario repertorio de bajas acciones era ahora la que deseaba atacarla. Estaba tremolando el aire con la boca, batiendo el oxígeno entre su nariz y las desgracias de una mente rota en dos. Sacude nuevamente la cabeza como moderando esas peleas internas; como gritando un "¡basta!" donde no había cabida para dos y se luchaba por liberarse del usurpador asqueroso dentro de él
JokerRen · 31-35, M
Pero nunca se expuso un gemido de dolor o grito de terror ante una inexistente agonía. Sólo la respiración agitada de una bestia conteniéndose, la tierra moliéndose entre sus dedos por la presión arraigada que se sume en un desabasto de acuerdos dentro de un solo cuerpo, unas piernas tambaleantes de continuar estiradas como para lanzarse a roer el árbol. No estaba estable en sus emociones, pero la pasividad era controversial. Seguía ahí, sin mostrar el mínimo respeto por el sol o agonía.
Se decidió a dar un manotazo contra el suelo en forma de avance, permitiéndose hacerse notar en la medida de lo posible ante ella. Sustrajo la contraria del suelo para seguir el alargamiento de su torso junto a las piernas como indeciso de seguir avanzando. Estaba atiborrado de indecisiones o malas conductas humanas; incluso demoníacas para expresar, que no sabía que lado manifestar para quien se daba refugio en lo lóbrego del árbol. Ya a esas alturas era evidente que no sesgaba su parte de cortarle
Se decidió a dar un manotazo contra el suelo en forma de avance, permitiéndose hacerse notar en la medida de lo posible ante ella. Sustrajo la contraria del suelo para seguir el alargamiento de su torso junto a las piernas como indeciso de seguir avanzando. Estaba atiborrado de indecisiones o malas conductas humanas; incluso demoníacas para expresar, que no sabía que lado manifestar para quien se daba refugio en lo lóbrego del árbol. Ya a esas alturas era evidente que no sesgaba su parte de cortarle
Sa1578509 · 18-21, F
[code](...)y contemplaba el reflejo de éste en al antes espadachín caza-demonios. Había una devoción, una melancolía que la saturaba. No pude resistirlo más. Utilizó su técnica de arte demoniaco, lanzando una franja de tela gigantesca como la cola de un dragón para acortar la distancia, abrazarlo y pescarlo fuera de ese espacio rodeado de luz. Pero, con unos chillidos de la mujer su tentáculo fue carbonizado en medio camino con la nefasta ignicencia del astro rey. El dolor mordía su piel que al igual que su prenda sobresalía de su propia esencia. La esbelta albina cayó al suelo abrazándose de las costillas con impotencia ante los reflejos de una inminente agonía. —No puedo hacer nada...
(2/2)[/code]
(2/2)[/code]
Sa1578509 · 18-21, F
[code]La ancha distancia y el amanecer le impedían llegar a su encuentro para darle su fervoroso voto de auxilio o su entrega absolutamente sometida. No sabía a quién de los dos contestaría llegado el momento, pero no tenía la libertad siquiera para moverse de esa porción de penumbra que la guarecía. Anheló varias veces que anocheciera para unirse a él. Y es que no podía oler el peligro ni la sed de sangre que él secretaba. Todo le era tan difuso y la lluvia de preguntas sin respuesta la iban dejando desolada. Solo había una única excepción a la cual podía aspirar y esa era la misericordia que el humano le mostró alguna vez, aunque ahora, pulsaba incertidumbre debajo de su escote. Añoraba sentirse protegida y a salvo junto a su hermano Gyutaro...
(1/2)[/code]
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JokerRen · 31-35, M
demonios sin siquiera inmutar su cuerpo en lo más mínimo.
Estaba deseoso de atacarla, pero otra parte se lo impedía, mas ganaba la voluntad de darle fin a esa mujer, pero sus manos estaban atadas al suelo. Sus piernas responden con la posición de lanzarse, pero sus rodillas no se flectaban ni le impulsaban hacia ella. Agitaba su cabeza como limpiando telarañas de su cabeza, pero estaba seguro de querer devorarla. Era una lucha constante
Estaba deseoso de atacarla, pero otra parte se lo impedía, mas ganaba la voluntad de darle fin a esa mujer, pero sus manos estaban atadas al suelo. Sus piernas responden con la posición de lanzarse, pero sus rodillas no se flectaban ni le impulsaban hacia ella. Agitaba su cabeza como limpiando telarañas de su cabeza, pero estaba seguro de querer devorarla. Era una lucha constante
JokerRen · 31-35, M
Ahora su dentadura se presionaba casi al borde de astillarla por la fuerza impresa en tal. Las venas sobre su frente se volvían más notorias conforme la ira asesina se acrecentaba con las palabras que más parecían un insulto a su decrépito entendimiento; balbuceos sin sentido cuales sólo lograban enfurecerlo más. La tierra se agrietaba al no soportar la fuerza de sus dedos que se enterraban más como una intentona de controlar sus impulsos, que denostar su injerencia abrupta por morderle el cuello y arrancar su cabeza de tajo.
Respiraba sonoramente cual bestia por la boca, el vapor envenenaba el aire y su pecho se inflaba abruptamente por esa agitación de pelea interna. No obstante, el sol empezaba a bañarlo con su luz, a implicar su mayor debilidad contra su cuerpo... Pero no pasaba absolutamente nada. No lo quemaba, no lo desintegraba, no lo lastimaba, ni siquiera parecía molestarlo cuando ya al fin era notoria la amanecida en ese lugar. Había logrado vencer el mayor temor de los -
Respiraba sonoramente cual bestia por la boca, el vapor envenenaba el aire y su pecho se inflaba abruptamente por esa agitación de pelea interna. No obstante, el sol empezaba a bañarlo con su luz, a implicar su mayor debilidad contra su cuerpo... Pero no pasaba absolutamente nada. No lo quemaba, no lo desintegraba, no lo lastimaba, ni siquiera parecía molestarlo cuando ya al fin era notoria la amanecida en ese lugar. Había logrado vencer el mayor temor de los -
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