« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
*Al percatarse que su maestro pretendía tocar el bastón de su arma, Lusdry no tardó en inclinarlo un poco hacia a él, para acercárselo al alcance de su mano. Se sentía orgullosa que su maestro estuviera ahí y pudiera observar de cerca cuanto avance había tenido desde que terminara su entrenamiento con él.*

Quizás es que siempre he pensado que la espada no deja más opción. En cambio con la alabarda, puedo golpear, defender y detener posibles ataques, imposibilitar sin necesidad de lastimar, empero, el filo sería otro cantar, nunca ha sido cubierto de sangre, no lo he considerado necesario.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment