Cuando el asiento fue señalado, la rubia se sentó. Sus ojos brillando con curiosidad mientras la miraba. Eso hasta que la pila de libros pesados le fue acercado. Todos parecían ser bastantes gruesos. Mucha información por leer.

— Oh... bueno, al menos me ahorraste la búsqueda. — Suspiró mirando la lateral de la pila. Frunció los labios y asentía mientras escuchaba a su amiga. Escogió uno de los libros y lo abrió.

— ¿Dioses? Tiene sentido si son muy hermosos y poderosos. Veamos... — checó el índice de aquel tomo. — Veamos qué encontramos aquí.

-Sintió alivio que su amiga estuviera precisamente buscando la misma información que ella, pues tras haber reiniciado los cursos, se había decidido a entrar a la biblioteca en sus tiempos libres en busca de esa información. Señaló a su amiga el asiento frente a ella y luego le acercó una pila de libros pesados que había conseguido y que aún no había podido revisar. -

—Es una idea excelente. De hecho, yo tengo algunos tomos que he logrado conseguir, pero aún no los reviso. Podemos empezar con estos, ¿qué opinas? —

Casi todos eran de mitología antología, pues alguna vez, Lusdry, le había hecho mención que alguna vez los habían considerado incluso dioses.-

— Quiero leer algunas cosas. Tratar de aprender y averiguar si existe algo en los registros de los...de... de nuestros "amigos extranjeros", ya sabes. Algo similar debe haber registrado por ahí. —

-Abraza a su amiga-

—¿qué haces, por cierto, en la biblioteca? No te había visto por aquí desde hace mucho? —

— ¡Ja, lo sabía! Pero, tú también estás bien chula, hermosa, preciosa — le tronó un beso bien puesto en la mejilla

-Se rió divertida-

—Que la Maddy está bien hermosa. —

— ¿En qué? ¿La inmortalidad del cangrejo? ¿El profe guapo del nuevo curso, lo que comeremos mañana, que la Maddy está bien bonita?

—¿Uh? —Sonríe al verse sorprendida por su amiga —Por nada, solo pensaba. —

¿Por qué estás triste?