Al pronunciar la última sílaba, se expandió una nube de humo verde y denso, y una onda que lo empujó y lo hizo caer al suelo. Tosió hasta que se disipó el humo y pudo sentir el peso del cuerpo de Kalim sobre el suyo. Pero al divisarlo bien detrás del humo, lo siguió viendo como una chica. —¿Qué? ¿Por... Por qué no fun---? —Carraspeó, el humo había hecho su voz cambiar—. ¿Por qué no funcionó? —Su voz seguía extraña; se llevó la mano a la garganta.
- Pasaria una hora desde que se durmió y al moverse pudo sentir que la cama estaba vacía. Abrio los ojos un momento y al ver que efectivamente la cama estaba vacia y Jamil no estaba en la habitación, se dió cuenta que había desobedecido su pedido de que se quedara como siempre con él. El sueño que pudo tener se disperso por instantes. Se levanto de la cama y salio de su habitación, solo quería cerciorarse de que Jamil estuviera en su habitación. Camino silencioso de puntillas hasta ver la puerta de la recamara de Jamil. - No puedo creer que me haya desobedecido... ya verá lo que le espera a lo que amanezca - Dijo para si mismo al corroborar que estaba en su alcoba. Estaba molesto pero no era buen momento para despertarle, asi que se regreso a si habitación y cerro la puerta lo más silencioso posible. Le tomaria varios minutos volver a conciliar el sueño pero lo que ya tenía planificado sería el castigo que le daría. -
No la escuchó más por un rato suficiente para saber que se había ido. Bien. Porque incluso como estaba, sabía que podría cometer un graso y horrible error. Suspiró aliviado dentro de su estado, pero debía terminar. Así lo hizo y se limpió bien y luego pensó en todo lo negativo que podía pensar. Odiaba esa noche.
Salió del baño con la respiración agitada. Apenas se detuvo unos segundos a ver la puerta de Kalim con desprecio y luego siguió de largo a su propia habitación, donde se quedaría dormido, quizás, dos horas después.
- No había logrado escucharle en lo absoluto, había estado más dormido que despierto cuando se levanto a buscarlo, lo unico que si recordaría es haberse despertado y haberle hecho una advertencia. Pero en ese momento ya se había ido a la cama a dormir. Ya estaba con las cobijas encima para evitar el frio de la noche y dormía placidamente abrazando su almohada. Nunca se percato de lo que le sucedía a Jamil y creia que solo se habia levantado para ir al baño. No tardaría mucho en volver a dormirse, desarreglando las cobijas que le cubrian, e incluso desordenando un poco la ropa que traia puesta, una de las desventajas de ser mas pequeña de lo que normalmente acostumbraba. -
Sentía la garganta seca por los jadeos constantes. Se había dado por vencido a los pensamientos y había imaginado a Kalim no solo en aquella forma femenina, sino en la normal, moviéndose sobre él al ritmo que llevaba su mano en su carne. Ahogaba su voz lo más que podía porque no podía ser escuchado, pero casi a llegar al clímax la escuchó. La voz aguda que podía haber imaginado gimiendo.
—Maldita sea, Kalim... —Ese día tenía que haberse propuesto torturarlo. Se recostó con uno de sus brazos pegado a la puerta y su frente al mismo brazo, mientras sostenía su miembro con la otra mano—. Kalim, ve a dormir. Sólo ve a dormir. —Le ordenó ronco, parecía más bien una advertencia.
- Se levanto de la cama con algo de pereza para buscar a Jamil pero al ver que las luces del baño estaban encendidas solo pudo tocar la puerta un par de veces - Jamil... estas ahí? Será mejor que regreses a la cama o sino te pesará si despierto y no te veo - Tenía demasiado sueño, asi que no se molesto en esperar una respuesta, regreso a la cama entre bostezos para volver a quedarse dormido en pocos minutos, pero esta vez abrazando la almohada que tenía consigo. Lo que si recordaría al despertar era que si Jamil desobedecia su orden y se iba a dormir a otro lado lo iba a torturar por esos 3 días. -
Había pensado en irse a su propia cama, pero sus pies lo llevaron directo al baño. Todo lo que le había pasado durante el día le estaba volviendo a la cabeza de golpe y ni por que intentara pensar en Floyd(?) podía desviar su atención. Estaba atraído hacia Kalim, al menos esa noche. Era insoportable. En el estado en el que estaba, podía salir en ese momento y abrirla de piernas a pesar de cualquier cosa; pero como desde hacía años se había logrado contener de asesinarlo o dejarlo en la miseria infinidad de veces, esa noche tenía que meter su mano en su entrepierna y liberarse del deseo absurdo que estaba teniendo.
—Maldita sea. —Exclamó jadeante, confundido y se recordó que aquello duraría sólo tres días. Por esa noche, se olvidaría de ese capricho extraño e iría a dormir solo.
- Tanto movimiento repentino hizo que abriera los ojos y al ver que el lado donde debía estar Jamil estaba vacío hizo que se levantara. - Uhmm Jamil? en donde estas? - todavia estaba somnoliento asi que se tallo uno de sus ojos entre algunos bostezos para poder ver mejor ya que estaba algo desorientado. -
Fue atrapado del brazo, pero al menos ya no la tenía tan pegada a sí. Suspiró y colocó su mano libre sobre sus ojos. Tenía la respiración pesada y sabía por qué. Pero no entendía por qué Kalim le había despertado eso. Buscó sacar el brazo del agarre sin despertarla, hasta finalmente lograrlo y salió de la cama.
- Tenía el sueño profundo asi que no se levanto pero instintivamente atrapo el brazo de jamil y lo uso como almohada sin soltarlo un instante. - No te atrevas a preparar curry para la comida... odio el curry... - hablaba dormido entre sueños, ni siquiera recordaba que ahora era una chica y que las cosas habian cambiado un poquito. -
—Kalim... —Murmuró bajo entre sueños, pues le estaba siendo difícil respirar con su peso encima. No era la primera vez que pasaba. Respiró profundo y logró abrir los ojos para verlo... y se encontró con el rostro de ella. No solo su rostro, todo su cuerpo se sentía diferente; más menudo, pero más voluptuoso—. Diablos... —Justo lo que temía, tenía el rostro enrojecido de nuevo y la respiración cortada. Sosteniéndola con un brazo, giró y la dejó con cuidado en el colchón. No podría dormir así.
