« Back to Album
¿En cuántas ocasiones se le había hablado acerca de los terrores que acarrea la ambición? Cuando las cosas no le ocurren a una persona, dicha persona no piensa a fondo en consecuencias; mucho menos cuando la ambición desmedida es la que rige sus acciones.

Negro. A medida que recobraba la consciencia, lo que lo hizo volver en sí fue un agudo dolor en los huesos que incrementó de forma tan apresurada que su despertar no fue paulatino. Tomando una bocanada de aire con desespero, alzó su tronco para quedar sentado en ese suelo que estaba, literalmente, quemando su retaguardia. (+)
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
La gruesa y cálida manta sobre su cuerpo se sintió como un verdadero alivio. Todavía su cuerpo estaba frío, todavía salía vaho de sus labios con cada exhalación, pero muy poco a poco sus huesos dejaban de doler y su mandíbula dejaba de temblar.

Sin embargo, fue impresionante escuchar el título con el que la dama se había presentado. Toda su vida había estado rodeado de nobles sin ser uno, pero nunca fuera de su zona de conocimiento. ¿Cómo debía saludar sin faltar al respeto? ¿Debía decir o hacer algo? Mientras consideraba todo aquello, no reaccionaba; pero la continuación de ella, al parecer comprensiva, le permitió salir de su vacilación.

Bebió despacio de su taza antes de hablar. —Yo... Necesito un objeto que perdí: una vara negra, poco más grande que mi mano, con una joya en un extremo, parecida a un rubí. Cuando desperté no lo tenía conmigo, ni estaba cerca... debe seguir en las montañas. —Dijo lo último, más bien tratando de darse esperanzas.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment