Lo miró marcharse; lo último que le había dicho le había evocado un recuerdo de su infancia, mismo que seguramente compartía con Kalim. —Estoy acostumbrado. —Murmuró mirando a Kalim, antes de sonreír más cálidamente.

... - El león observó a ambos con desdén, asqueado por aquella "interacción" entre amo/sirviente. No obstante, Jamil tenía toda la razón: El león no podía hacer nada para intentar hacer entrar en razón a Kalim. - Aunque te hayan dado una oportunidad...No eres de fiar para la mayoría. Acostúmbrate a vivir con ello, Viper. - Y sin más que decir, les dio la espalda y se marchó. -

—Bueno, verá... yo estoy ligado por sangre y por siempre a la familia Asim. Así que no hay mucho que pueda hacer un Kingscholar al respecto. —Concluyó, formando por fin una pequeña sonrisa.

No confio en subordinados reales...Mucho menos en subordinados reptiles. - Declaró tajante, arqueando una ceja y no haciéndole nada de gracia aquella "cercanía" de aquel esclavo hacia su aliado y amigo Kalim. - Podrás engañarlo a él, pero no a la corona Kingscholar.

No cambia su expresión en lo más mínimo. —¿Qué película te has inventado ahora, senpai?... Lo que sea que hice en el pasado, quedó allá.

Insinúas que... - Le fulmina con ojos entrecerrados, sin poder creer lo que estaba viendo. - ¿Por qué juegas con los sentimientos del príncipe Al-Asim? ¿No temes de que alguien de la realeza te delate? - Le cuestionó a modo de amenaza.

—Sales con las cosas más divertidas, senpai.

¿Vas a impregnarle veneno a tu amo?