─No, no es necesario. ─Tomó la toalla y la mantuvo contra su nariz, pero detuvo el paso, impidiendo que lo llevara más allá─. Ya se me va a pasar, además, tengo cosas que hacer aquí. ─Le aseguró, limpiando un poco más su nariz. Por la breve conversación que había mantenido con su hermana, sus pensamientos se habían disipado, por lo que su presión arterial bajó y su nariz dejó de sangrar. Alejó el pañuelo─. ¿Ves?... Ya está...

-No era tonta pero tampoco le exigiría que le dijera sobre aquello, saco de su bolso una toalla pequeña para colocarsela en la nariz para llevarle a la enfermería- Aja..

─Ah... E-eh... ─Desvió la mirada, tratando de pensar algo rápido para responderle; una mentira, claro estaba, porque la verdad no se la iba a decir ni porque lo torturaran─. Me... dieron en la nariz con el balón y sigue sangrando.

-Aquel día había acabado su práctica de entrenamiento, en cuanto iba de camino a su dormitorio se topo con su hermano lo cual no era extraño lo que si lo era, era la sangre que salía de su nariz y que mancho su mano y el suelo, se acerco rápido tomándole del rostro- Que pasó?