¿Eh? Y ¿Quién es ese alguien? ¡Oye espera! - Fue todo lo que pudo decir mientras lo veia abandonar la habitación. Si lo que buscaba era calmar su curiosidad, fallo completamente porque ahora deseaba ssaber quien era esa persona que generaba tales deseos en Jamil, pero ¿Cómo descubrirlo? Tendría que ver bien que hacer para poder descubrir ese secreto. -
—Soñé con alguien que genera un fuerte deseo en mí. —Se irguió de nueva cuenta—. Ambición, digamos. —Salió por la puerta de la habitación, restándole importancia a toda la situación; más que nada para que la curiosidad de Kalim mermara—. Eso es todo~ Nada más que ambición. —Se repitió lo último casi a modo de susurro, aferrándose a esa respuesta como la única explicación a sus sueños y deseos.
Pues... claro que quiero saber, te veías tan pensativo y con un semblante que nunca había visto antes, asi que ¡Por supuesto que quiero saber! - dijo con total firmeza, realmente queria saber que era lo que había soñado como para sonrojarse de esa manera y para estar tan pendiente de revisar el libro de los sueños. Eso último solo lo habia visto cuando Jamil estaba realmente interesado en algo. -
¿Por que eres asi de cruel conmigo? - Empezo a hacer un pequeño berrinche al ver que Jamil insistía en guardar el secreto, le molestaba que sonriera de esa manera y más saber que lo hacía por que le ocultaba un secreto. -
Dejó el libro donde había estado antes y volvió a sonreír con sorna. —Soñé que... —Comenzó desviando la mirada al hacer una misteriosa pausa, y luego volvió a mirar a la fémina, ampliando su sonrisa ladina—. Nada.
¡¡No cierres el libro!! - Ahora se sentía más curioso pero no sabía que página era la que había estado leyendo. ¡Que injusto! Era todo lo que podía pensar mientras hacia un puchero. No le gustaba quedarse con la duda y más cuando le daba tanta interrogante. Quería saber por que Jamil había estado así a toda costa. - ¡Dime! ¿Que era lo que buscabas?
Haciendo caso completamente omiso a sus berrinches, pasó con rapidez sus ojos por el texto, como si se tratara de una carrera por su vida. —¡Ajá! —Cerró el libro, sin dejar marca de dónde había leído—. Eso es... —Y miró a Kalim en esa forma, que tantas confusiones le había causado. No podía decir que tenía completo sentido lo que había leído con lo que había sentido, pero en el fondo necesitaba que el libro tuviera razón.
Jamil, ¡Dejame ver! ¿Qué es lo que estabas buscando? - dijo toda curiosa al ver que este le impedia ver el contenido de las hojas. Trato de ponerse de pie para poder ver pero Jamil era demasiado alto para esa apariencia femenina y a duras penas podia ver la tapa del libro de los sueños. - No seas tacaño y dejame ver, ¡Por favor! - Incluso llego a suplicarle como esos niños pequeños que quieren satisfacer su curiosidad, poniendo una mirada algo dulce y con el tono de voz más agudo de lo que tenía con la apariencia de una chica. -
Al sentirle detrás de él, se levantó de la cama y se dio vuelta, parándose de pie frente a ella para que no pudiera ver nada del escrito. —Aquí está. —Musitó con una sonrisa, más que alegre estaba llena de ambición, por conseguir una respuesta satisfactoria a sus dudas.
