Su personalidad era algo que inevitablemente le llamaba la atención desde que lo conoció y justamente por eso mismo su estilo de vida le intrigaba mucho más así que, su sonrisa era genuina al estar a su lado, estando más acostumbrada a tratar mal a los hombres que se le acercaban, por primera vez su interacción no era directamente golpearle o insultarlo. —La española que comí... Ni entiendo yo que ingredientes tiene, sólo la como y ya... A veces soy así, tiene un ingrediente parecido al jamón pero realmente no sé qué es. ¿Eres alérgico al maní? ¡A mí me encanta la mantequilla de maní! Que mal...—
Realmente le parecía horrible y su cara cambió por momentos dejando de sonreír. —¿Qué tipo de alergia te dió, perdiste la respiración? Bueno, no te regalaré nada que tenga maní entonces, lamento mucho esa situación... Yo, odio los hospitales, el médico en general, la verdad.— Ya su gesto volvía a ser serio de nuevo.
–Tiró su cigarro, ya consumido. Jimmy ajustó su hoodie y se colocó la capucha por encima de su coronilla, caminó junto a ella. Un poco encorvado, porque así iba él siempre.— Uhm, me gusta mucho la pizza de pepperoni. La española nunca la he comido. Pero diría que la de pepperoni, la verdad es que me como cualquier cosa menos los maníes, soy unh, alérgico. Una vez... nos juntamos con unos amigos y fumamos mucho, me dió mucha hambre... entonces compre muchos dulces y todos tenían maní. Unh. Terminé en el hospital, pero no paso nada más.
Quería replicarle sus palabras y no sabía bien cómo hacerlo, de solo pensar en decirle algo positivo sus latidos aumentaban de inmediato, no era el tipo de persona que decía ese tipo de cosas, era al contrario, bastante violenta para lo que se esperaba de una “mujer”. —Yo, bueno…— Simplemente no sabía cómo decírselo, así que volvió a quitar su mirada de encima de él. —V-Vamos… no conozco el camino.— Le volvió a sonreír respondiendo a aquello. —Pepperoni, también que tenga tocino, jamón y queso, española… podemos hablar de comida todo el día. ¿Y tú?—
Bueno, a veces viene bien que nos digan umh, esas cosas si... —Jimmy yacía de pie, fumando un cigarrillo con la izquierda. Guardó el celular, era evidente que a él le gustaba mucho aquel vicio, porque lo incorporaba en su día a día. Se rascó la nuca, otras costumbre de él. No sabía ya de que hablar, y odiaba los silencios, así que preguntó cualquier tontería— ¿Y cual es tu pizza favorita?
¿Si? —soltar una sonrisa por sus palabras fue inevitable, ruborizándose un poco, no esperaba esas palabras viniendo de él.— Yo… siempre siento que no digo nada nuevo en realidad… muchas veces ya temo espantar o molestar. —Mantuvo la sonrisa sobre él ya con más calidez, algo le había cautivado en él que no podía entender todavía.— Me encanta la pizza… lo de fumar… bueno, veremos. —se levantó limpiando un poco sus ropas, la curiosidad sobre la vida de él era mucho más grande.—
Será eso... Umh, gracias Mía. Siempre tienes umh, algo bueno que decir. —Dijo con una sincera sonrisa, porque así veía a la opuesta. Jimmy no era muy bueno con eso de hablar, pero al menos era muy, muy sincero con casi todo— Claro, a mí también me gustaría conocerte umh, si te apetece podemos ir a comer una pizza y fumamos un poco, si te apetece. No sé. Umh.
—Escuchar aquellas palabras le calmaban un poco la emoción que le había provocado repentinamente, seguramente aún tenía cosas reprimidas sin saberlo por lo que le volvió a dirigir su mirada.— Si las recuerdas con calidez por muchos problemas que hubieran habido, no creo que sea malo… sinceramente… a mí me pasa lo mismo que tú, en el fondo creo que todos tenemos un tipo de persona, sea ella u otra, siempre vamos a buscar algo. —trató de calmarse y se acomodó para volverse más seria.— Sinceramente son temas complicados, el amor, las relaciones, las personas. Quisiera conocerte más… aunque no seas perfecto según tú.
—Él sonreía con un poco más de timidez, apenas si con un poco de amargura incluida. Nada más— Umh, no sé si era tan malo. Son recuerdos, lo peor de todo es que a veces siento que umh, busco a ella en todas las chicas con la que estoy. Es umh, un poco pesado querer amar a alguien bien pero no sé... Umh, meter la pata de todas maneras ¿sabes? A veces jode mucho no ser perfecto umh.
—volvió a sonreír.— Vaya… —No pudo evitar quitar su mirada todavía de él y volver a esa seriedad, algo le había llegado al corazón por momentos con esas palabras, así que suspiró agarrando la pierna de ella tratando de reprimir aquello y volvió a sonreír.— Que coincidencia… mala pero que coincidencia. También tuve un “Casi algo.” Así que de alguna forma te entiendo.
