A pesar de tratarse de la nación de los contratos y los negocios más prolíferos, halló un acto de amabilidad que lo dejó estupefacto y le robó la más sincera de las sonrisas; supuso no ser bienvenido en Liyue sin moras por gastar, pero se equivocó.

—De verdad, le agradezco mucho su compasión —ver la sopa de brotes de bambú despertó su apetito, pero el hecho de que ella se haya molestado en hacerlo, tal vez eso fue lo que más le conmovió—. No sé como le devolveré el favor, pero si alguna vez necesita algo, yo haré todo lo posible para saldar esta deuda.

Se inclinó ante ella una vez se levantó de la mesa, fueron unos instantes antes de invitarla a sentarse en la mesa a la que él se aproximó para mendigar. No pretendió sentarse antes que ella, le dio cierta vergüenza hacer provecho de tan amabilidad, mas así como ella se molestó en preparar con suma paciencia ese platillo, el se prometió no dejar siquiera una migaja de cerdo o jamón.