*Dió un suspiro casi decepcionado de si mismo, sus manos subieron a los brazos ajenos y desvió su mirada.*

— Han pasado cosas...he visto mucha gente y esa gente se volvió importante demasiado rápido.—

Estamos bien. Me ayudaste cuando estaba muriendo. ¿Recuerdas?

*Antes de llevar las cosas más lejos y estropear lo que es casualmente un regreso triunfal, hace la pregunta importante. A su manera.*

Y tú... Ya sabes.. ¿Estás viendo a alguien?... ¿Ahora?

— Se que te mentí, se que nuestra confianza se quebró totalmente desde aquel día. Pero todo se puede retomar de poco en poco. ¿No lo crees? .—

*Lo admitía con la mirada, aquella chica aún removía cosas en su interior; ya sea a causa de las feromonas o de su pasado.*

Dijiste lo mismo aquella vez. Eres tan cursi..

*Le hacía sonreír. Tal vez no sea tan malo recordar los buenos momentos.*

¿Y tú que sabrías de lo que yo quiero? Hmm...

— No necesitas de ello para lograr tus cometidos. Mejor dicho, nuestros cometidos.—

*La jalo hacia el y marco su cintura con sus dedos solamente.*

— Pero no parece ser lo que tú quieras ahora.—

Prometo no drogarte con mis feromonas esta vez.

*Estrecha su mano, esperaba algo más.*

Te veré por ahí. Supongo.

— No necesitas recordarme constantemente eso. —

*Extiende su mano esperando la ajena*

— ¿Hacemos las pases?.—

Ni por un instante. Chico del circo.

— ¿Acaso es arrepentimiento?.—

Y eso que estabas casado. Debí escuchar a Carol..