La búsqueda de Hawk y Mamá Hawk había tomado un giro inesperado. Conforme caminaban empezó a oscurecer quizás a un ritmo más acelerado, como si quien estuviese manipulando ese desafío comenzara a incrementar la dificultad. Ella sabía que las cosas podrían cambiar de un momento a otro, por lo que decidió caminar cerca de Ban. No lo hizo para recibir su protección, lo hizo porque a pesar de que él era tan fuerte y resistente, ella no podía contra el impulso de protegerlo dentro de su propia insignificancia.
Todos los pecados se habían separado para encontrar a Hawk y su madre. Diane aprovechaba su altura buscando por encima de los árboles, escaneaba con su mirada cada rincón en el que pudieran encontrarse sus compañeros desaparecidos. preguntándose cómo era posible que mamá Hawk no se viera a simple vista. ¿Acaso se estaría ocultando? O peor aún, ¿los habrían secuestrado los Diez Mandamientos? Esa bien podría ser una trampa del enemigo para separar a los siete pecados capitales.
La preocupación en Diane incrementaba al mismo tiempo que la oscuridad crecía a su alrededor, eso dificultaba enormemente su tarea. La oscuridad permitía que sus enemigos pudieran acercarse sin ser percibidos y los nervios en la gigante empezaban a volcarse en su contra, impidiéndole concentrarse en la búsqueda al 100%.