Los designios de Dios son inciertos, a veces creo que tanto ella como estamos destinadas a cruzar camino y enfrentarnos por capricho de la vida. Pues la verdad desconozco que aspecto pueda tener vuestro rey, aunque su aspecto no importa si no su acción en el campo de batalla.

- Cerrando los ojos suspira un poco para ver aquella catedral donde fue quemada viva.-

Es un lugar muy bello, de donde es oriundo, caballero ?

Interesante. Será verdaderamente un espectáculo digno, aunque bueno, dudo mucho que el Grial decida invocar dos veces al mismo servant aunque el deseo sea diferente, quiero decir... Sería injusto, es como si invocaran a mi rey, tiene un aspecto distinto en cada clase. Hahahaha -Reiría un poco para relajarse luego miraría el lugar que le rodea para así soltar un suspiro.- Ah... Es muy hermoso este lugar.

Pelearía, y me defendería con todo aunque me dolería mucho tener que hacerle daño a Avenger aún sabiendo que ella me detesta.
- Mostrando con total calma a su acompañante, esta le muestra las calles que alguna vez fuera su peor momento, y como tal le pregunta a quién sirve. -

Pero entonces en esta guerra por el grial si es que existiese una... ¿Pelearías? ¿Te defenderías? -Su caminar era lento, no quería cansar a la doncella de Orleans además de que estaba más interesado en las respuestas contrarias.-

Por mucho que esa situación sea complicada, no puedo dejarme llevar por el odio ya que eso corrompe el alma, aún así sea Avenger quién traté de matarme u otro servant.......lo perdonaría.
- Responde con total calma al ver a su acompañante, mostrando las calles por donde alguna vez camino a su ejecución. -

Realmente me cuesta trabajo entender el por que no puede odiar. Quiero decir siempre va a ver situaciones que nos desagraden y nos lleven al extremo... Eso puede ser incluso tomado como odio... Creo. -Levantó una ceja haciéndose esa pregunta a sí mismo en la cabeza.-

A diferencia de Avenger, yo no puedo odiarla ni mucho menos hacerle daño.
- Responde con total sinceridad al ver que su devoción y su corazón tan noble le impide sentir tal sentimiento, por lo cual de manera amable acepta acompañar a dicho caballero a recorrer el lugar de Orleans. -

Ya veo, no planeo cambiar su forma de pensar... Pero está bien. -Se encoje en hombros para luego meter las manos en los pantalones propios.- ¿Vamos a algún lado? Más bien... Me acompaña a conocer este lugar.

No puedo sentir tal sentimiento, aunque quisiera ya que mi devoción a mi Dios es algo que no fluye en mi, aún así perdoné a aquellos que me mataron así como lo hizo mi señor Cristo.

—No está mal sentir odio, santa de Francia, el odio es un sentimiento humano y es algo que debemos aprender a controlar.