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JeanGunnhildr1579062 · 36-40, F
La posición no le ayudaba en lo más mínimo a tener alguna clase de autocontrol, casi de inmediato sintió una descarga que corrió por toda su espina hasta su cabeza, un golpe frío cubrió su cerebro hasta hacerle ver un poco borroso, sus piernas se contrajeron y su espalda se arqueó lo suficiente para incluso resaltar aún más su estética figura. Sus mejillas rojas, un caudal de saliva que corría de su boca y lágrimas de placer podrían verse en su rostro su primer orgasmo.
¡¡Mffff! ngh!!
-Sus intentos de gritos se comenzaron a mezclar con los jadeos en buscar de recuperar su respiración tras aquella montaña rusa de sensaciones-
¡¡Mffff! ngh!!
-Sus intentos de gritos se comenzaron a mezclar con los jadeos en buscar de recuperar su respiración tras aquella montaña rusa de sensaciones-
EulaLawrence · F
Y tan ajustado que se le notaban la forma de sus labios vaginales, razón misma por la cual decidió atacar allí primero con caricias que si bien no fueron descaradas, si lo suficiente como para que Jean lo sintiera; aquel intento de pataleta lo confirmó ¿Cuál sería la sensibilidad de su esposa con ese traje? Era momento de descubrirlo. El tacto fue más marcado, especialmente buscando estimularle su clítoris.
—¿Qué dices mi amor? ¿Que te encanta hacer esto? Por supuesto que lo haremos seguido.~
Ni idea que decía y como no estaba al frente como para mirar su expresión, obviamente se inventaba las cosas a favor de continuar el juego.
—¿Qué dices mi amor? ¿Que te encanta hacer esto? Por supuesto que lo haremos seguido.~
Ni idea que decía y como no estaba al frente como para mirar su expresión, obviamente se inventaba las cosas a favor de continuar el juego.
JeanGunnhildr1579062 · 36-40, F
!Hmm! ¡Emffla! !Gff!..
¿Estaría maldiciendo? Seguramente, ¿A su esposa o a ella misma? tal vez a ambas. ¿El trago de hace rato tenía algo? Seguramente no, pero ni ella misma supo como fue que accedió,, una vez de haberse puesto el traje ciertamente le dio el morbo suficiente para continuar aquel "juego" la parte que le gustó el cómo se veía con eso puesto ganó sobre la vergüenza que sentía, lo demás era historia. Aquellas caricias causaban estragos en ella los suficientes para intentar patalear por reflejo ya que lo ajustado del traje le hacía sentir hasta el más mínimo cabello sobre su piel.
¿Estaría maldiciendo? Seguramente, ¿A su esposa o a ella misma? tal vez a ambas. ¿El trago de hace rato tenía algo? Seguramente no, pero ni ella misma supo como fue que accedió,, una vez de haberse puesto el traje ciertamente le dio el morbo suficiente para continuar aquel "juego" la parte que le gustó el cómo se veía con eso puesto ganó sobre la vergüenza que sentía, lo demás era historia. Aquellas caricias causaban estragos en ella los suficientes para intentar patalear por reflejo ya que lo ajustado del traje le hacía sentir hasta el más mínimo cabello sobre su piel.
EulaLawrence · F
En Fontaine se inventan cosas muy divertidas, haber adquirido eso por medio del servicio de paquetería de Komaniya Express fue tal vez una de las mejores compras que hizo ¿El cómo la convenció para que accediera a este juego? Bueno, ni ella se cree como fue que ocurrió, pero ahí están. Esa expresión tan encantadora, necesitaba guardarlo en el daguerrotipo, pero tampoco era que su esposa se muriera de la vergüenza por lo que tuvo que aguantarse a retratarla, así que a cambio, simplemente la rodeó un momento, paseando la mano por sus muslos y parte de su cuerpo. Se detuvo detrás de ella acariciándole entre las piernas.
—Si, yo también creo que te ves preciosa y vulnerable de esa forma, tan mía para vengarme de la forma que quiera.~
—Si, yo también creo que te ves preciosa y vulnerable de esa forma, tan mía para vengarme de la forma que quiera.~
JeanGunnhildr1579062 · 36-40, F
¡Hmff! ¡bff!
La intendente no podía hablar claro por la pelota de su boca, ésta solo se llenaba de su saliva la cual escurría por la misma hasta hacer hilos. Estaba muerta de la pena pero había accedido por su esposa, el morbo que ella le causaba a veces le hacía sentir un cosquilleo que de alguna manera le animaba a cosas que nunca habían pasado por su cabeza.
La intendente no podía hablar claro por la pelota de su boca, ésta solo se llenaba de su saliva la cual escurría por la misma hasta hacer hilos. Estaba muerta de la pena pero había accedido por su esposa, el morbo que ella le causaba a veces le hacía sentir un cosquilleo que de alguna manera le animaba a cosas que nunca habían pasado por su cabeza.
EulaLawrence · F
Tienes cara de vergüenza. Pero bien que accediste a hacerlo, ahora disfrutaré de esta venganza tan dulce ~
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