Así es. Tuve que reforzar la seguridad desde entonces. Todos son bienvenidos mientras no atenten contra la paz de Mondstadt, reforcé la seguridad pero tampoco quiero que los hagan sentir como criminales, les dejé eso en claro a los caballeros
Respondiendo a su abrazo tomó con delicadeza su cintura y cadera para apegarse a ella recibiendo y dando también de aquellos besos. Aquel frote de narices le causó ciertas cosquillas que le hizo reír mientras la escuchaba.
Pobre de mi Capitana~. Un día largo, papeleos, revisar las tareas que hicieron los guardias ayer, asignar las nuevas, ver los pedidos de la gente de la ciudad. Cubrir los gastos de los daños que Klee le hizo a Marjorie esta mañana. Salí unas horas de la ciudad, escolté una carreta de vino que venía en camino, fue un día largo. Muero de hambre, amor.
—Desde el festival de la Vendimia, los mercaderes se pasean más por Mondstadt. El último abrió muchas puertas comerciales, pero está claro que los malhechores quieren sacar provecho de ello.
Respondió. Al tenerla cerca la abrazó para darle un besito en los labios y luego frotar su nariz con la ajena en gesto afectivo. Luego anexó.
— Ajetreado, como siempre. Deshaciendo campamentos enemigos junto con Amber, ya sabes, Hilichurls, Fatuis, ladrones de tesoros... ¿Y a ti, cómo te va cariño?
-La rubia se encontraba frente a la ventana con la mirada perdida, fija en la nada hasta que con aquella familiar voz sale de su trance-
¡Oh! Eula~
-Se acercó a ella para recibirla-
Nada importante, de momento. Sólo un "mercader" que llegó por la mañana a las puertas de la ciudad, sin embargo no quiso entrar al ver a los guardias. ¿Cómo estuvo tu día?
