— No sólo estaría sacrificando a mi propia hija, sino mi vida —se tomó unos segundos para pensar en ello y para concentrar en su pecho todas las sensaciones que debía controlar si no quería derrumbarse en el momento decisivo—. Es posible que suceda —le recordó sin rodeos. Esta vez se colocó frente a la Madre de las Estrellas y deslizó su mano enguantada desde su hombro hasta su mentón—. Pero para que este mundo evolucione, me necesitan con vida.
Su casco levitaba dentro de su propio campo magnético a la altura de sus cabezas, flotando encima de la propia, como del rey que está a punto de ser coronado.
— ¿Charles nunca te lo dijo? —una sonrisa arrogante reemplazó aquella llena de conmoción que casi expone sus debilidades.
"El verdadero poder de Cerebro", dijo en su mente, fijando bien su mirada en la ajena, penetrándola. "Llama a los Cinco y usa a Cerebro para traerme de vuelta".
— Pero sólo quiero volver si nuestro plan salió exitoso. Un mundo sin mutantes no deber
— ¿Te preocupa que no salga vivo de esto? —no se lo estaba imaginando. Ella podía leer las mentes —salvo la suya, puesto que...—, pero él no necesitaba el mismo don para notar la angustia en esos ojos olivo. Siempre fue una muchacha noble y buena, le habría gustado haberla encontrado antes que Xavier—. Podríamos haber dominado y gobernado juntos este mundo —se sentía el campo de energía y la tensión de una despedida. En verdad lamentaba que las cosas no hayan ocurrido así, pero el resultado sería el mismo: la Evolución.
Así como ella llegó al campo de batalla haciendo un homenaje a su casa y a su mentor, como Marvel Girl y no como Phoenix, el Maestro del Magnetismo también se presentó con un atuendo distinto. Blanco, como la melena que descubrió luego de quitarse el casco. Últimamente se había convertido en algo así como un ritual de confianza entre ambos mutantes.
— Limpiamente —repitió solemne y decidido para el único ser en el universo capaz de reestablecer el orden en él; la más grandiosa entidad cósmica encarnada en el cuerpo de la mutante más poderosa: Jean Grey—. Si los homo sapiens no se involucran, esto terminará acorde al plan. Te doy mi palabra. Pero si lo hacen, no voy a dudar en atacarlos —advirtió, frenando en seco.
No había liberado a la pelirroja de su agarre. Volvió a presionar su hombro.
¿Qué pensaría Xavier de todo esto? Sin duda, Magneto se las había arreglado para resultar en un problema constante al resto del mundo. Pero esto no restaba valor a su antigua amistad, al compañerismo que pese a las circunstancias suelen contener. Cuán respetuosa se mostraba ante aquellas hazañas, que admiraban a Magneto en una perspectiva que sólo podía conseguir cuando la figura del Profesor se encontraba también en el cuadro.
—Las cosas no podrán forzarse, aunque tenga la capacidad de hacerlo. El equilibrio es... es lo primordial. Haremos esto bien, y limpiamente a ser posible.
Colocó una de sus manazas sobre el hombro de <Marvel Girl>. Vaya homenaje el suyo al volver a usar su traje de antaño, casi lo conmovió cuando la dio un par de palmadas sólo para finalizar el ritual de confianza con un delicado apretón.
— Y yo estaré contigo, niña. Y si el precio por devolverle el futuro a nuestra especie lo pagamos con nuestras vidas, eso es renacer, ¿comprendes?
—Estoy contigo. Pase lo que pase, confío en que estamos haciendo lo correcto. Espero no arrepentirme de esto. Perderemos mucho por el camino, por el bien del resto.
