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JamesPotter1564203 · 31-35, M
Estuvo a punto de burlarse del nombre de su hermana, ¡quién se llamaba Petunia en esos días! Sin embargo se contuvo ya que no quería arruinar el ambiente que estaban creando; momentos así con Lily eran bastante escasos. Estaba inusualmente nervioso y lo demostró cuando el juguete casi resbaló por sus dedos; si Sirius hubiera estado ahí se habría burlado muchísimo de él, era una suerte su ausencia. ¡Ah, como adoraba estar a solas con ella!

— Me parece que sabes muchas cosas que yo ignoro... Me gustaría aprender. Háblame más del mundo muggle, Evans.
JamesPotter1564203 · 31-35, M
Observó con inusual atención el modo en el que Lily jugaba con aquel muñeco que Remus había traído consigo. En realidad cada ejemplar regado a lo largo del escritorio sí había pertenecido a su amigo... Al menos un par de minutos pues muchas de las figurillas habían sido confiscadas de niños menores. Al inicio James creía que el puesto de prefecto dado a Lupin les caería a los merodeadores como anillo al dedo ya que tendrían a uno de los suyos en el sistema y eso les facilitaría esquivar castigos y tareas. Sin embargo, como se esperaba también del chico, todo había resultado al revés; Remus los conocía y por eso estaba encima de ellos, obligándolos a portarse bien. Lo único que podía consolarlo en los últimos días era que a veces podía robar cosas buenas del cajón donde él guardaba todo lo confiscado. Entre ellas estaban todos esos juguetes extraños.

— Vaya, suena aburrido si no hace nada por sí solo... Pero creo que hay cierta magia en la imaginación también... Muy peculiar.

Est
Pretendía que no prestaba atención a la excepcional forma en que actuaba cuando estaban solos, porque lo conocía, sabía de su fama. Lily Evans no caería en los juegos de conquista de James Potter. Sonrió, observando la figura y estirando el brazo para tomarla. Empujó las extremidades del juguete y empezó a moverlo por la mesa.

Algunos sí se mueven, pero lo interesante radica en dejar que tu mente vuele, e imagines todo un mundo de diversión a partir de un simple juguete.

Suspiró, observando el muñeco en sus manos. De alguna forma le recordaba a casa.

Yo tenía una muñeca. A mi hermana y a mi nos regalaron una del color de nuestro cabello, pero Petunia... era bonita.

Le regresó el muñeco; súbitamente ausente. Su mirada buscó con interés algún otro juguete en la mesa. ¿Realmente todo eso era de Remus? Era tierno.
JamesPotter1564203 · 31-35, M
¡Já! — Casi acabó bufando como si el comentario de Lily lo hubiera ofendido, nada más lejos de la realidad ya que sabía que nunca era del todo inocente. La observó con sumo interés hasta que casi podía parecer embelesado por la cabellera bermeja de su compañera de casa. ¡Bloody Hell, Evans! Por qué tenía que ser tan atractiva. — Estoy mirando cosas muggles... Las estudio. — Una sonrisa pícara se asomó por sus comisuras mientras movía una figura de acción de lado a lado. — Sus juguetes son distintos a los nuestros. No se mueven... Qué raros.
No trates esa técnica conmigo. Sé perfectamente que no eres del todo inocente.

Sin embargo, aquello no evitó que se sintiera incómoda por acusarlo sin tener razones suficientes. Cambió su tono de voz, colocándose en el lado transverso de la mesa, apoyando los codos sobre ella de la misma forma en que él lo hacía.

¿Qué estás haciendo... Potter?
JamesPotter1564203 · 31-35, M
No sé de qué hablas. Todos son objetos legítimos de Remus, no me he robado nada, me ofendes Evans. ¿Quén crees que soy?
Por favor, dime que no te robaste todo eso y, encima, lo metiste en nuestra Sala Común.

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