[code]Cuidado Peter que puede que tenga antojos de comer Rata la próxima ves - bromea pues sabia y sus camaradas que eso no pasaría.-[/code]

Es demasiado pronto para la luna llena pero no puedo esperar a ir corriendo por el bosque! Alguno de ustedes me llevará en su lomo? Tengo piernas pequeñas y son más rápidos!

¿Qué? ¿Ya? -Volteó a mirar a Lupin; un sólo vistazo y sabría si el preámbulo a la transformación comenzaba a hacer mella en su aspecto.-

Pese a los planes que tenía con Sirius, Remus y Peter para Lily, James recordó las palabras de la profesora McGonagall.

Pero tendrá que ser para otra noche Padfoot, hoy hay Luna nueva.

[code]Entra al baño con nariz arrugada y ceño fruncido con el regaño en la punta de la lengua mirando a ambos en desaprobacion, pero no podía engañar a nadie estaba igual de divertido.-

Saben que huelo eso desde la biblioteca? [/code]

Tomó a Peter por el brazo y de regreso lo metió al baño, para que no diera pistas de dónde están. A la par que acepta el cigarro de James y se saca la varita mágica del bolsillo para encendérselo, suelta una risotada.

Hoy será noche romántica. Tenemos algo que Evans seguramente querrá de vuelta.

Señaló la bufanda con un movimiento de cabeza, mientras se apoya en un lavabo de los baños.

A ti te gusta todo de Evans, Prongs. Es guapa, pero creo que tú estás enamorado.

Peter salió de uno de los baños comiendo grajeas de todos los sabores y vio a sus mejores amigos riendo

De qué me perdí ahora?

Entre risas corrió junto a Padfoot mientras esquivaba los hechizos de Lily hasta lograr perderse de vista al resguardarse en uno de los baños públicos del colegio.

Tienes razón, usaremos la bufanda para obligarla a que salga con nosotros esta noche.

Le ofreció un cigarrillo a Sirius.

Hay que admitirlo, la cerebrito huele bastante bien. ~

¡JAJAJAJA!

Podría haberse reído más por esa imitación; su atronadora carcajada hizo eco en el pasillo, pero no como ese chispazo que chocó en la pared, muy cerca de ambos Merodeadores. Un encantamiento de la mismísima Evans, que tiñó la roca de color azul. Éste, sin pensárselo, tomó de la capa a James y lo jaló consigo.

¡Dije que corras! ¡Esa bufanda será tu excusa para más tarde!

Con la respiración entrecortada la pelirroja corría a través de los pasillos, Black le había robado su bufanda -de nuevo- y había huido como niño malcriado. Creyó haberlo perdido hasta que a sus oídos llegó una voz extraña, chillona. Siguiendo el sonido se encontró con una escena que realmente la molestó.

— ¡Oigan trolls, devuelvan eso!

Retomando el paso anterior empezó a correr tras ellos.