— Mmmm... ¡Ohhh! ¡Espera! ¡Ya me acordé! ¿No eres Zenji? Entramos juntos en el gimnasio hace como 2 años atrás, junto a los demás del grupo en aquel momento. Eres tú, ¿Cierto? ¡Perdona, no te reconocí al inicio! ¿Por qué dejaste de entrenar? — Le preguntó lleno de curiosidad, viéndole de arriba a abajo. El chico tenía un aspecto deplorable, pero no quería faltarle al respeto.
Muchos recuerdos se asomaban en su mente, cómo si fuesen una tortura de su día a día. No solo bastaba con tener una vida de mierda, sin ningún rumbo fijo. Ahora solamente tenía un recuerdo vacío que lo carcomía poco a poco.
Pensando en aquello, cómo si fuese una situación que ni él mismo podía controlar, escuchó las palabras. Giró su rostro algo sorprendido, mientras que sus ojos reflejaban unas notorias ojeras.
—...Tú.— Sabía quien era. —...Si no me recuerdas, es porque al fin y al cabo nunca fui importante.
Jaidev estaba en aquel parque caminando en círculos en los alrededores del mismo, a fin de hacer ejercicios de calentamiento antes de dirigirse al gimnasio. No obstante, se percató de la presencia del pelirrojo, pareciéndole un tanto familiar.
— Llegó de improviso. Era un lugar que le traía un recuerdo tortuoso. Pero tampoco era algo malo, al menos no lo consideró él. — ...Cómo si se acordara.
