« Back to Album · Next »
 
Newest First | Oldest First
ChamCham · F
- Eso es... ¡El apreciado objeto de los dioses! -Daria unos pasos adelante sobre aquel frío piso sin efectuar sonido en sus pisadas. La joven guerrera iba a tomar aquel objeto sagrado por su tribu, pero de un momento a otro se detuvo, algo no estaba bien, aquello era.demasiado fácil y sencillo, quizá no debía bajar la guardia y actuar con mayor prudencia. Fue entonces que miraría al joven Jacques sin aproximarse aún al artefacto.- ¿Hay algún precio que deba pagar por éste favor? -Preguntó, porque si de algo podía presumir es dejar las cuentas claras.-
ChamCham · F
-Sabes, en mi tierra natal, el robo no es acto que comprenda la tolerancia o la misericordia, se castiga con la mutilación de una mano, y si el hurtador, no entiende o comprende la lección, se mutilan ambas manos y se le deja a su suerte. -Exclamó pensativa y con esa alta dignidad de guerrera, permaneciendo metiabunda por las palabras de su acompañante. Prontamente, la sorpresa vino a su rostro cuando aquel objeto brillante y de oro puro con cristales y piedras de jade está sobre aquel líquido.-
Jacques1567581 · 26-30, M
un cigarro en medio del vitae, y como un felino atento se acercó a su propia marca, a centímetros del suelo. Con fragor de amante, más que otra cosa se dispuso a susurrar.

[code]A cette vie de crimes que je soumets.
Ma vie ne vaut rien
sans bijoux à prendre.[/code]


Y de la propia sangre, como amabilidad del pedido del atento Toreador, fue que el patrón de los felinos hizo aparecer el objeto robado desde el propio vitae, erupcionando como si fuese una pequeña ventana oculta. Ahí le señaló Jacques, el sentido de su osadía.
Jacques1567581 · 26-30, M
¿Amenazas a un ladgón pog haceg lo que dicta su natugaleza? No es de sabios, Madame Cham Cham.

No le quedo otra que lamer su propia herida, dejando que su fría lengua cierre su propio tajo. Sus ojos amarillos, más que los luceros ficticios que dotan de sobrenaturalidad al momento le daban ese porte gallardo, entre infame y lascivo. Su sonrisa, mueca desviada de colmillos expuestos como todo vampiro niegan la importancia del asunto.

Es gey de los ladgones. Le explicó mientras contemplaba su rastro de vitae derramado en el suelo, se notó su indiferencia mientras sacaba de su tabaquera los papelillos y el fino ingrediente a quemar, enrollo un cigarrillo.

Te falta un poco de ¿Como deciglo? Toucher, délicatesse...Hablag con un gato es como hablag con una dama, se debe elegig bien lo que se dice...Y si tu palabgas no son buenas...Debes dag un vegso y un gegalo. Le sonrió con crueldad, mientras tomaba asiento en el suelo junto al ritual, enrollo con velocid
ChamCham · F
- Entonces negociaré con él. -Mencionó la joven adentrándose más y más en aquella negrura del tétrico sitio.- Ésa reliquia pertenece a mi pueblo, al templo de nuestro amado padre de la guerra Huitzilopochtli, si no desea verse muerto por las manos de un dios, tendrá que devolverlo por las buenas, claro que ante todo, la diplomacia es lo primero. -Explicó la joven, mientras camina y empuñael bumerang con su delicada mano envuelta del guantelete de jaguar. Cuando miró hacia su contrario, denotó que él estaba sangrando de su mano, quizá era especie de sacrificio o dotación algún dios que pertenezca a ése lugar, después de todo, la sangre ofrecida a los dioses es un gran tributo, por lo tanto, sonrió a medio labio continuando.-

- Dime, ése tal Micifúz es el Tlayacantle del lugar, es decir, su rey o gobernador. -Quiso saber, lanzando la pregunta a quemarropa.-
Jacques1567581 · 26-30, M
, y el cuchillo en la contraría cortó finalmente su propia piel desde la palma derecha, cayendo y regando el suelo con su valioso vitae en gotas pesadas. Una a una.

Tu objeto es de los Chats, pocas veces Micifúz ha devuelto algo gobado, más sin nada a cambio.
Jacques1567581 · 26-30, M
Otras vez hacía las calles, agradeció con una calmada sonrisa, revelando sus colmillos en una mueca salvaje al volver sobre sus pasos y que la noche abrazará la noche, escondiéndose entre las nieblas oscuras, el pesado humo de cada cigarrillo que adornaba el cielo de un barrio que ganaba por creces al Montmartre, encendido y apagado, sus músculos no profetizaban otra que el clamor de la sangre, el robo, así como tambíen la Luna sobre sus amarillos ojos. Sabía el Toreador que aquel Nosferatu tenía idea cierta de la existencia del objeto, pero era ya de la Corte de los Gatos, había sido ofrecido aquel tesoro como tributo al espíritu felino, patrón de los ladrones y los bohemios parisinos, incluyendo al beato Terror, por eso es que tenía entre la trampa y sus labios, todavía una suave destreza para caminar hacía la pared más cercana del callejón. Y frentar ahí, observando con calma uno de sus ladrillos, como si fuese ese fruto de su obsesión penitente.

De su mano limpia la estiró, y...
ChamCham · F
-Independientemente de la oscuridad y el aura tenebrosa que gobierna, la chica esbozo una cándida sonrisa en agradecimiento, luego volteo a ver a Jacques con ese semblante de esperanza y anhelo.- Es por allá. -Dijo viendo por última vez a la criatura.- Cham Cham te agradece. -Y así, sin mayor preámbulo, nuevamente de adentró más a ese siniestro suburbio, guiándose por su propia voluntad y juicio, sin meditar en el peligro.-
ChamCham · F
-En silencio mantuvo la calma ante aquel ser hórrido que se dibuja entre la penumbra, asintiendo levemente a las palabras del galante hombre y sin bajar la guardia.- Cham Cham... Sólo viene de paso, no quiere ningún problema. -Comento cuando las palabras del hombre terminaron de sonar. Así mismo, Cham Cham no podía evitar observar aquella criatura que yace con hambre de carne y sangre, misma que detecta el exótico y dulce perfume que desprende la chica de su tersa piel y larga cabellera.-

-Cham cham podría preguntar si has visto lo que busco. -Agregó fijando sus cándidos orbes en el oscuro y mórbido ser, mientras la criatura asintió con levedad entendiendo la referencia de la adolescente, a quien le señaló un camino continúo dentro de aquel corredor.-
Jacques1567581 · 26-30, M
Olfatea, saboreando a los dos invasores, a uno le conoce; le teme y le respeta. Jacques intuye ante la fealdad del contrario que la extranjera evidenciará, era delgado como esqueleto pero con vello corporal oscuro como la noche, un solo ojo, pues el otro estaba tapado por un parche, rojo como el futuro averno. La cabeza rapada, llena de heridas antiguas y pus de vitae, les mira, contemplando la figura enigmática del Toreador y la mujer de guerra.

Elle est venue pour ce qui lui appartient, Fromage. Lamento integumpig su cena, mi estimado hegmano. Respeto, antes que nada, los anarquistas de la tierra son hermanos de causa, incluso el más fétido de los monstruos parecía recibir su gala elocuente y coqueta, apoyándose en el marco de la muerte.

Ella viene a buscag algo que posiblemente llego al megcado hace poco, no quegemos pogblemas, ella es una impogtante soldada y mi invitada. Se reía, mientras alzaba ambos hombros, a la espera.

Add a comment...
 
Send Comment