Nunca he tomado... No sé que se sentirá... -Baja la vista, tomandose el rostro un tanto apenada al escucharlo.- Sus palabras me han vuelto ra-radiante, le hice caso. Creo que sí he florecido. -Cierra sus ojos, sonriendo un poco tímida pero feliz a la vez.-

¡Brillante! ¡Y esto sabe a gloria, felicidad y todo lo que nosotros anhelamos! Usted se ve radiante ¿Floreció acaso?

¿A que sabe el trago, Monsieur?. Mire me bañe en un río, hice un champú artesanal y afile mis púas contra una piedra filuda. Estaré sin caspa por unos buenos días y armas naturales muy limpias. -Sonríe muy feliz, quería que el joven le diera su aprobación.-

¿Yo? Ah, no le hago al trago. El trago me hace a mi.

Monsieur... No sabia que usted le hacia al trago. -La puercoespín lo habia seguido, sentandose a su lado con cuidado de no destruir nada con sus púas.-