JacksonGraves

Sus grisáceos ojos vagaron por entre la maleza, la oscuridad, los latidos del cementerio y las lápidas escondidas en las sombras, de manera lenta y cuidadosa analizó lo que a simple vista no se observa y suspiró. Pensó en rendirse y creer que los sonidos que se hicieron presentes unos momentos atrás eran producto del cansancio y la imaginación. Casi estaba por creérselo, bajar la mirada a la piedra de la tumba, acariciarla de nuevo y hundirse en sus recuerdos, hasta que le escuchó.

Inconscientemente alzó la vista y encontró al misterioso sujeto. La pelirroja frunció el ceño y su nariz se arrugó levemente, confundida por lo que un tipo como aquel hacía en ese lugar. Analizó su rostro, sus facciones y los tatuajes que portaba. Sin darse cuenta su cuerpo por sí sólo se levantó sobre la tumba y quedó de pie mirándole con curiosidad pura. Sin miedo, sin vergüenza, sin lástima, sólo curiosidad. — Samantha. ¿Qué haces aquí, Jack?—, la chica con gracia infantil sacudió su cabello pelirrojo y avanzó a la orilla de la piedra, impulsada por el conocimiento.