Entonces su discurso se vio interrumpido cuando Jack hizo un un señalamiento del cual ella misma se mantenía ignorante, miró la piel de sus brazos y esta comenzaba a presentar pequeñas grietas por la resequedad. Comenzó a buscar en el bolso que colgaba de su hombro y sacó una botella llena de agua, vertiéndola sobre su cabeza para hidratar tan solo un poco desde arriba y mantener estable la abstinencia de agua, momentáneamente.

Comentó, sacudiendo un poco su cabeza, salpicando pequeñas gotas de agua a su alrededor.

Escuchó con atención la declaración del agente, ¿experimentos?, ¿la élite? Desvió por breves instantes la mirada, manteniéndose callada. No podía creer que en la actualidad los humanos siguieran teniendo comportamientos tan crueles con las y los de su especie, los atlánticos se caracterizaban por ser seres bastante sensibles, y eso la había lastimado.

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Era inevitable para ella, la princesa del mar era por naturaleza bastante curiosa y desconocía por completo hábitos y costumbres de la gente en la superficie. Enarcó la ceja derecha y buscó acercarse al más alto, sin embargo, sus sentidos se agudizaron cuando él comenzó a verla de una forma tan extrañamente evaluativa, entonces, detuvo su paso.