Con gran emoción le escribió una cartita a su novio, deslizándola con sumo cuidado por debajo de la puerta de la habitación del menor y huyendo inmediatamente después de haber logrado su cometido, tratando con ello de ocultar su timidez. El contenido decía:

« Hola, mi amado Jungkookie. ¿Te he dicho ya lo mucho que te amo? Me parece que quizá lo he hecho infinidad de veces, pero no puedo evitarlo, te veo y mi corazón se acelera como un loco. ¿Cómo puedes ser tan lindo, tan guapo… tan mío?

No sé qué habré hecho bien para merecer a alguien tan maravilloso como tú. No puedo dejar de mirarte y admirarte. Mi atención, corazón, pensamientos, sentimientos… ¡Tooodo de mí! Todo eso te pertenece.

Quisiera escribir todo lo que siento y lo que significas para mí, pero me temo que ni mil cartas serían suficientes, así que sólo lo resumiré en una frase que te dediqué en una carta en el pasado: “My eyes are always on you. I love you.” »