No estamos lejos -anuncia el pelirrojo, sonriendo suavemente por su parte y guiandole con suavidad para que no se esforzara y se hiciera mas daño- Me voy a encargar de ti, no te preocupes.

— De acuerdo, de acuerdo.
Haré lo que me pides.

Tal parecía que un beso sería suficiente para mitigar su malestar y en seguida condescendió al dejarse guiar por el pelirrojo.

Ropas nuevas dije -le dice besando su mejilla, tomandole de la mano para llevarselo a su casa-

— O mejor quedarme desnudo.

Bromeaba añadiendo una risa torpe pese al ineludible dolor, quizás así lograría aminorar su lamentable situación.

Que bueno~ -responde sonriendo suavemente en ese momento- Vamos a cambiarte esas ropas.

— De acuerdo. Lo intentaré.

Accedió a que le limpiará y en seguida su sonrisa apareció tras recibir aquel beso.

— Mejor, gracias.

No te golpees internamente por eso, a veces los demonios son dificiles de trabajar -responde sonriendo, limpiandole el rostro finalmente y besando su mejilla- Mejor?

— Alguien a quien no logré superar... Un demonio bastante fuerte. — Sí, estaba sumamente avergonzado de su rotunda derrota a tal nivel de sentir que deshonraba a su propio clan. Sin embargó, accedió a los cuidados ajenos sin queja alguna.

Solo escucho excusas -le dice mientras le va limpiando de aquella sangre del rostro- Quien fue?