Sí, porque están tu y tu vocecita, ambas son adorables. – Lo enmendó tomándola de las muñecas para jalarla contra él, aprovechando que ella seguía enfrascada en su discusión. – Y la que más prefiero es la loca de Zaun, la oveja más descarriada del rebaño.

¿Tu favorita? Ah, tienes más. – Le dio un empujón con ambas manos sobre su pecho. – ¿lo ves? Es por eso que no te dejo hablar, eres demasiado estupida. – Peleaba consigo misma a la vez que ahuyentaba al asesino

¿El mío? – En su caso era meramente estético, pero decidió jugar al galán. – Para hacer juego con el de mi chica preferida. – Le comentó casi al oído, golpeando la zona con su aliento. – Espero que tu vocecita no esté apunta de morirse de un paro~♡.

Eres asqueroso. – Sujetó una de sus coletas aunque le permitió seguir tocando la otra. Decidió sacudir el polvo que había en la que ella estaba sujetando mientras tanto. – ¿y el tuyo por qué tiene algo de azul?

¿Qué son esos ruidos? ¿Acaso tus instintos? – Se burló mientras toqueteaba el pajoso cabello de la chica, aprovechando para olerlo. – Me gusta el olor a sangre... En especial por como se mezcla con el tuyo propio.

Gruñó como si fuera un felino, a ella no le gustaba estas situaciones pero a la niña que vive en su cabeza al parecer la volvía loca. – Como sea. Mi cabello está cubierto de sangre casi todo el tiempo. No debería ser lindo.

No te preocupes, es lo mismo que yo pienso de ti. Me gustan tu cabello, y tus ojos son lindos. – Aprovechando que ella estaba cruzada de brazos tocó la punta de su nariz. – Quizás deberías dejarla hablar más seguido.

Ah... dice que le pareces lindo. Le gusta tu cabello. – Se cruzó de brazos y su semblante cambio, parecía molesta por qué la obligó a decir eso.

¿Qué sucede? ¿Acaso te han dicho algo? – Preguntó con una sonrisa, imaginando que sucedía. Era su misma cara de cuando discutía con Rhaast. –

Se quedó pensando y mirando al horizonte, parecía que no ponía atención pero era esa voz intentando hablarle, tenían una discusión interna. – Hu-uh