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—No te enojes con ellos, son peculiares. Los demás espíritus deben estar por ahí también. Estoy segura que te sorprenderás de verlos. Así como yo lo haría si conociera a los guardianes.
Nunca he visto a alguno, me causa curiosidad. ¿Podré conocerlos algún día? —Preguntó con la mirada puesta en el albino, curvó ambas cejas imposibilitada de ocultar ese semblante curioso.
Desde pequeña intentó cazarlos, galletas hechas por ella misma (bueno, con un 95% ayuda de su madre) para Santa, pero fracasó al dormirse. Un huevo bien decorado para Bunny, pero fue tan veloz que cuando menos lo esperó su canastilla ya había desaparecido. Y el hada, bueno… Sus dientes eran tomados mientras dormía y por más que buscaba no conciliar el sueño era imposible.
Al que juró ver una vez fue al guardián de los sueños Sandman. Pero ¿Quién sabe?
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Es1562906 · F
—Obviamente. —Convino. El espíritu giró hasta su cabellera, revoloteando los cabellos sueltos de la trenza, sosegado; sin hacer un escándalo. Solo decorando la cabellera pálida con las hojas.
Bruni por su parte recorrió el brazo de Elsa hasta acomodarse en su hombro, soltó una flamita como eructo.
El semblante de la mujer se mostró melancólico. Y sus hombros relajados figuraron una inhalación lenta que se expulsó como suspiro. Recordando la primera conversación que había tenido con el Guardián.
—He cambiado tanto, y tú, sigues siendo el recuerdo más tangible de mi infancia. —Pensó en voz alta.
Cómo si quisiera comprobar su estado, extendió su mano hasta tocar su pálido pómulo; como una madre admirando lo mucho que había crecido su pequeño.
Bruni por su parte recorrió el brazo de Elsa hasta acomodarse en su hombro, soltó una flamita como eructo.
El semblante de la mujer se mostró melancólico. Y sus hombros relajados figuraron una inhalación lenta que se expulsó como suspiro. Recordando la primera conversación que había tenido con el Guardián.
—He cambiado tanto, y tú, sigues siendo el recuerdo más tangible de mi infancia. —Pensó en voz alta.
Cómo si quisiera comprobar su estado, extendió su mano hasta tocar su pálido pómulo; como una madre admirando lo mucho que había crecido su pequeño.
JFs1549341 · M
Con su suéter aún inflado como globo, alzó ambos brazos a cada lado y la altura de sus hombros para mantener mejor el equilibrio, aunque su rostro aún denotaba un carismático nerviosismo.— ¿S-sorprenderme? —preguntó curioso, sin dirigirle la mirada, pues la había sembrado en su "ensanchado" pecho.— Waoh. Creo que se me acabaron los boletos de "¡Sorprendamos al cool y buen Jack Frost!" después de esto. —a palmas abiertas, estrujó fuertemente los costados de su suéter, exprimiéndolo hasta que un silbido se escuchó, cuando el elemental de viento salió de entre sus ropas, volviéndolas a la normalidad. Frunció el ceño pero enarcó una ceja, viéndole mecerse en el aire, mientras respondía.— Por supuesto, me encantaría presentártelos. Aunque, eh, ya conoces al más asombroso de todos. Obviamente. —río divertido entre sus palabras.
Es1562906 · F
—No te enojes con ellos, son peculiares. Los demás espíritus deben estar por ahí también. Estoy segura que te sorprenderás de verlos. Así como yo lo haría si conociera a los guardianes.
Nunca he visto a alguno, me causa curiosidad. ¿Podré conocerlos algún día? —Preguntó con la mirada puesta en el albino, curvó ambas cejas imposibilitada de ocultar ese semblante curioso.
Desde pequeña intentó cazarlos, galletas hechas por ella misma (bueno, con un 95% ayuda de su madre) para Santa, pero fracasó al dormirse. Un huevo bien decorado para Bunny, pero fue tan veloz que cuando menos lo esperó su canastilla ya había desaparecido. Y el hada, bueno… Sus dientes eran tomados mientras dormía y por más que buscaba no conciliar el sueño era imposible.
Al que juró ver una vez fue al guardián de los sueños Sandman. Pero ¿Quién sabe?
JFs1549341 · M
Se hallaba tan entretenido alimentando Bruni y atendiendo a las palabras de la peli-dorada, que no se percató en el momento en que aquel espíritu de viento se le coló en el interior del suéter, tomándole por sorpresa.— ¡Wow! ¡H-hey! —el sobresalto le llevó a observar con cierta preocupación su propia prenda ensanchada como globo, habiendo soltado al espíritu de fuego que le saltaba en el brazo hasta caer en manos de Elsa. Aquéllo le hizo ponerse en pie, perdiendo el equilibrio mientras alzó ambos brazos en cruz para recobrar el balance.— ¡Uoh! ¡Uoh! ¡Espera!— ¡Boing Boing! Rebotó un par de ocasiones: rebotó con la espalda, rebotó con el pecho. Dio dos fuertes pisadas, afirmándose sobre el suelo y resopló.— Oh, sí sí, bastante peculiar. Adoro ser inflado como pelota cuando me saludan. (?)—
Es1562906 · F
La boca de la salamandra se abrió y de inmediato su lengua se llenó de aquellos copos microscópicos. Elsa esbozó una sosegada sonrisa mirándolos a los dos en el acto tan dulce.
Fue de pronto cuando el cabello de la otrora reina se levantó raudamente, se azoró al sentir el hálito por su dorsal pero de inmediato cayó en cuenta de quién se trataba. Esa ráfaga pasó por el interior de la sudadera azul de Jack Frost inflándolo como si de un globo se tratara hasta llegar a la zona de la cabeza y levantarle su gorro contra su voluntad.
—Y él es Gale, el espíritu elemental del viento. Es su peculiar manera de saludar. —Río con la costumbre de cubrir sus labios con la mano. La ráfaga podía ser visible porque consigo siempre le acompañaban hojas otoñales.
Fue de pronto cuando el cabello de la otrora reina se levantó raudamente, se azoró al sentir el hálito por su dorsal pero de inmediato cayó en cuenta de quién se trataba. Esa ráfaga pasó por el interior de la sudadera azul de Jack Frost inflándolo como si de un globo se tratara hasta llegar a la zona de la cabeza y levantarle su gorro contra su voluntad.
—Y él es Gale, el espíritu elemental del viento. Es su peculiar manera de saludar. —Río con la costumbre de cubrir sus labios con la mano. La ráfaga podía ser visible porque consigo siempre le acompañaban hojas otoñales.
JFs1549341 · M
— Oh Hahá Con que se trata de eso ¿Eh? —al recibirle entre sus manos, el guardián de blancos cabellos lo alzó con sumo cuidado hasta la altura de su rostro. Desde una perspectiva frontal, se veía al pequeño animalito revolcándose entre sus palmas, y unos enormes ojos curiosos viéndole sorprendidos.— Hola, pequeñín. Mi nombre es Jack Frost y soy amigo de tu madre (?). Ten.—se frotó los dedos de la diestra, hasta que chispazos de hielo mágico comenzaron a surgir.— Abre grande. Di: ¡AH! —comenzó a "alimentar" con esquirlas, como si fuesen estalactitas diminutas.
Es1562906 · F
—Su nombre es Bruni, es uno de los espíritus elementales, él posee el fuego. Pero le encanta la frescura que le provoca el viento helado y sentir los copos de nieve derretirse en su lengua. Un ser muy simpático e inusual. Debes gustarle. —Como si fuera a añadir pizcas de sal a un alimento; pasó sus dedos por encima de la salamandra inocua y proporcionó un poco de copos diminutos de nieve haciendo que ésta sacase la lengua y relamiera su insulso sabor. Enseguida pasó a dar un brinco hasta las manos de Jack donde se acomodó y se refrescó con su gélida piel.
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