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Se detuvo en seco pues el gruñido de Stormfly le alertó que no estaban solos en el lugar ¿Pero quién se atrevería a estar en ese sitio? Lo que buscaban era salir de ahí y no solo ellos, todos los Vikingos ya estaban refugiados en sus casas.
—¿Qué pasa Tormenta? ¿Qué ves?— La vikinga fijo sus ojos verdes en la misma dirección que su amiga, pero no veía nada, tal vez por la ventisca pero aún así estaba segura que si no estuviera sola, reconocería una silueta en el lugar o eso creía.
Stormfly parecía inquieta daba pequeños saltos por el lugar, y Astrid solo cruzo los brazos y arqueo la ceja derecha, nada tenía sentido tal vez el frío le estaba afectando.
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JFs1549341 · M
Una vez que logró el objetivo y la bola de nieve acertó, las palabras de la peli-dorada llegaron a sus oídos, tapó sus labios con ambas manos, rompiendo a reír entre ellas. Al haber soltado el bastón, Jack estiró su pie diestro y lo sostuvo justo en el empeine con un carismático equilibrio que le hizo mecerse de un lado a otro. Posiblemente no le escucharía, pero aún así lo hacía como si pudiesen hacerlo. Más se llevó una gran sorpresa cuando realmente logró verlo. La quijada "se le cayó", estupefacto y boquiabierto sembrando su mirada en ella, y en lugar de responder, preguntó.— ¡¿C-c-c-cómo?! ¡¿Tú puedes verme?! —primero observó a cada costado, luego atrás de él mismo; moviéndose con un solo pie, pues el otro estaba ocupado. Poco después, torció los ojos, y regresó a mirarle sesgado, pateando el báculo hacia arriba hasta agarrarlo con la mano.
-Sintio el golpe de la bola de nieve justo en el rostro y fue como si aclarara sus verdes pupilas- ¡Hey!¿Quien anda ahi?-miro a todos lados, los copos de nieve no podian dejar que viera con claridad, por instinto saco su hacha y se puso en guardia. En su mente comenzo a pensar quien seria demasiado inmaduro para atacarla mientras no veia con claridad, hasta que vio a su dragona moverse de arriba hacia abajo divertida ante lo que paso, y de nuevo vio al lugar donde Stormfly observaba y esta vez lo vio. No era Brutacio ni Brutilda, Era alguien que jamas habia visto y a juzgar por su ropa ligera aun en ese crudo invierno no era un vikingo. -¿Quien eres tu?- Pregunto entre sorprendida y molesta, pues ya sabia quien era el causante de la bola de nieve que impacto en su rostro.
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JFs1549341 · M
— Oh, Tomenta. Con que ese es tu nombre ¿Eh? —posó los pies sobre la madera de su bastón, parándose en el. Se cruzó de brazos por unos segundos, y golpeó sus labios con el dedo índice, pensativo sobre alguna de sus muchas ideas traviesas que le pudiesen surgir en su albina cabeza. Frunció el entrecejo y enarcó una de sus cejas.—¡Ah, ya sé! —El rostro se le iluminó con una sonrisa enorme. Frotó ambas manos hasta que por obra de la magia, comenzó a concebir una bola de nieve. Alzó la diestra hasta sus labios y le sopló, moldeándola y puliéndola, mirando a la rubia de soslayo. No sin antes arrojar un guiño juguetón al dragón.— ¡Ahí va! —Sin chistar, se la arrojó a la cabeza con tal precisión que seguramente le daría. (?)
Se detuvo en seco pues el gruñido de Stormfly le alertó que no estaban solos en el lugar ¿Pero quién se atrevería a estar en ese sitio? Lo que buscaban era salir de ahí y no solo ellos, todos los Vikingos ya estaban refugiados en sus casas.
—¿Qué pasa Tormenta? ¿Qué ves?— La vikinga fijo sus ojos verdes en la misma dirección que su amiga, pero no veía nada, tal vez por la ventisca pero aún así estaba segura que si no estuviera sola, reconocería una silueta en el lugar o eso creía.
Stormfly parecía inquieta daba pequeños saltos por el lugar, y Astrid solo cruzo los brazos y arqueo la ceja derecha, nada tenía sentido tal vez el frío le estaba afectando.
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Por aquí o por allá, donde fuese y donde fuere ahí estaba Jack, surfeando en las heladas que él mismo creaba bajo su cuerpo. Volaba, boca abajo, aveces boca arriba, otras veces usando el bastón mágico que con la zurda sujetaba, como si fuese una escoba voladora, con la diestra enfundada en el saquillo de su suéter. Y fue entonces, cuando sus ojos presenciaron a aquella peli-dorada y su dragón, inmediatamente frenó en seco, y observó a la criatura, en un gesto lleno de impresión.— ¡Wow wow! ¡WOAH! ¿Es ese un dragón? ¡Claro que lo es! Tenía tiempo sin ver uno de esos. —naturalmente, el dragón también podría verlo. (?) Por donde pasaba, instintivamente comenzaba a nevar y el frío clima imperaba.
-¡Oh vaya! El frio ya se siente en Berk y al parecer se viene cruel ¿No Stormfly?- Caminaba a lado de su dragona pues si volaban no favoreceria a las alas de su amiga, sin imaginarse que alguien era responsable de el frio clima, solo se limito a cubrir con su mano frente a su rostro la ventisca.
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