Ahi fue donde el azabache hizo lo propio, algunos ciertamente habian sido eliminados por la explosion inicial, mas los que se recuperaban del estruendo estaban expuestos. Ante esto, el azabache salio por un momento de la trinchera, fijo cada uno con su vista para disparar una bala en cada uno. Algunos fueron impactados en el cuello, otros en la frente, pero dos mas fueron dados en solo una zona que pudiera incapacitarlos mas no matarlos realmente.
-Deben quedar al menos dos para poder interrogarlos.
Dos disparos lo hicieron refugiarse una vez mas, aun habian tres dando pelea, son despues de todo parte de la mafia de Night City, no seran huesos faciles de romper.
No era necesario algo más concreto. Ojo de Dios se puso en marcha, con la albina posicionándose fuera de su propia barrera para apuntar; el cálculo fue preciso, la posición de las granadas también estaban en el mejor lugar, unos muy breves segundos fueron suficientes para ejecutar dos disparos.
Tal como mencionó, una explosión dual que se dispersa con facilidad, quizá no incrementó la fuerza del impacto, pero sí su alcance, suficiente para aturdir y reposicionar al enemigo de forma que fuera sencillo eliminarlos.
Hizo una prueba de la teoría, su cinturón tenia suficientes para poder lanzarlas rápido. Uso dos, una hacia la izquierda y otra a la derecha, diez metros de lejania entre las dos, el casino no era pequeño y las mesas estaban bien protegidas dado que esta clase de enfrentamientos no son extraños, por lo que la explosion no los afectaria demasiado. Las granadas no tenian seguro, pero, estaban muy proximas a caer sobre sus objetivos.
