« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
J1576777 · 26-30, F
(...) –¡Esto es horrible! –Coincidió con él. Lamentablemente no toda el agua regresó al vaso. Sus costumbres alcohólicas le jugaron una mala pasada. Derramó un chorro sobre su pecho, y este resbaló hasta sus muslos. John, por igual, fue otra víctima de eso, pero lo suyo no fue tan aparatoso.
La pelirrosa se puso de pie de golpe, tomando cualquier cosa absorbente que encontrase a su paso; el paño de la cocina y un par de servilletas.
– Desviarse no es de débiles, ¿o sí? Más bien creo que es para espíritus inquietos –su voz volvió a su tono habitual mientras repasaba su esternón con el paño. Esto no fue para nada buena idea, pues su piel no sólo quedó más viscosa por la cerveza, sino por quién sabe cuántas cosas que antes había absorbido ese paño. De sólo inclinar el rostro hacia su pecho, arrugó tanto la nariz como el ceño, emulando la expresión de quien tiene mierda embarrada debajo de la nariz.
(...)
La pelirrosa se puso de pie de golpe, tomando cualquier cosa absorbente que encontrase a su paso; el paño de la cocina y un par de servilletas.
– Desviarse no es de débiles, ¿o sí? Más bien creo que es para espíritus inquietos –su voz volvió a su tono habitual mientras repasaba su esternón con el paño. Esto no fue para nada buena idea, pues su piel no sólo quedó más viscosa por la cerveza, sino por quién sabe cuántas cosas que antes había absorbido ese paño. De sólo inclinar el rostro hacia su pecho, arrugó tanto la nariz como el ceño, emulando la expresión de quien tiene mierda embarrada debajo de la nariz.
(...)
Add a comment...






