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K1577020 · 22-25, F
[code][...] y su tono amable como acostumbraba normalmente, pese a lo que decía y el mensaje en sus palabras — ¿Has probado la carne de Kōbe? Los camareros de aquí le dan un corte exquisito.[/code]
K1577020 · 22-25, F
[code][...] ¿me equivoco? — y este solo asintió en esa misma postura, en silencio, sin saber siquiera qué hacer realmente.
La muchacha miró a los guardias, luego a aquel mismo señor y cuando bajó la mano fue cuando los guardias guiaron al señor Yoshida, fuera de aquella habitación. Lo sacaron del cubículo mientras que nadie de los hombres pareció decir nada, la mayoría con la mirada gacha antes de que el señor desapareciese por las puertas de aquella habitación. Tampoco esperaron que nadie se opusiese a la voluntad de la mujer.
Una vez se cerraron las puertas, todo pareció volver a la normalidad, casi como si se hubiese parado el tiempo, a pesar de que todo ocurrió en solo segundos. El parloteo volvió y su mirada volvió también a la comida, luego a la mujer con una sonrisa, simpática, como si todo estuviese ya arreglado.
- No sé qué te haya dicho tu pareja, pero espero que no se vuelva a repetir algo así a ser posible ~. — mantuvo la sonrisa en todo momento [...][/code]
La muchacha miró a los guardias, luego a aquel mismo señor y cuando bajó la mano fue cuando los guardias guiaron al señor Yoshida, fuera de aquella habitación. Lo sacaron del cubículo mientras que nadie de los hombres pareció decir nada, la mayoría con la mirada gacha antes de que el señor desapareciese por las puertas de aquella habitación. Tampoco esperaron que nadie se opusiese a la voluntad de la mujer.
Una vez se cerraron las puertas, todo pareció volver a la normalidad, casi como si se hubiese parado el tiempo, a pesar de que todo ocurrió en solo segundos. El parloteo volvió y su mirada volvió también a la comida, luego a la mujer con una sonrisa, simpática, como si todo estuviese ya arreglado.
- No sé qué te haya dicho tu pareja, pero espero que no se vuelva a repetir algo así a ser posible ~. — mantuvo la sonrisa en todo momento [...][/code]
K1577020 · 22-25, F
[code][...] En cambio, la nipona no cambió su expresión en demasía, sí se extrañó y la prueba de ello fue cuando arrugó la nariz a modo de desaprobación.
- Yo no soy tu pareja. — una vez más alzó la mano para que todos pararan, incluso los guardias, prestándole atención a lo que decía. Una sonrisa agradable fue para ella, mas, la mirada fue su supuesta pareja — Tal vez se hayan malentendido las cosas... Entiendo que haya querido traer a su pareja, señor Yoshida. Espero que considere ese favor de mi parte. — y este, en respuesta, no tardó en levantarse.
Una reverencia pronunciada, un ángulo recto hacia la mujer en muestra de máximo respeto, tanto a ella como al linaje que representaba. Y quien estuviera junto a él o, en su defecto, se fijase bien podría ver como este, incluso en dicha posición, comenzó con un pequeño temblor.
- Pero no se preocupe. Espero hablar luego de lo ocurrido esta noche, no vale la pena arruinar una fiesta ahora por malentendidos, [...][/code]
- Yo no soy tu pareja. — una vez más alzó la mano para que todos pararan, incluso los guardias, prestándole atención a lo que decía. Una sonrisa agradable fue para ella, mas, la mirada fue su supuesta pareja — Tal vez se hayan malentendido las cosas... Entiendo que haya querido traer a su pareja, señor Yoshida. Espero que considere ese favor de mi parte. — y este, en respuesta, no tardó en levantarse.
Una reverencia pronunciada, un ángulo recto hacia la mujer en muestra de máximo respeto, tanto a ella como al linaje que representaba. Y quien estuviera junto a él o, en su defecto, se fijase bien podría ver como este, incluso en dicha posición, comenzó con un pequeño temblor.
- Pero no se preocupe. Espero hablar luego de lo ocurrido esta noche, no vale la pena arruinar una fiesta ahora por malentendidos, [...][/code]
K1577020 · 22-25, F
[code][...] alguien interrumpió su charla: la visión de una mujer que ni conocía.
Llamaba bastante la atención a diferencia de todos los que andaban allí, de los cuales, todos incluyendo a la mujer, llevaban traje. Además de que ninguno tenía un color tan llamativo en el pelo.
Ahora el señor pareció respirar tranquilo mientras que Kaida pareció ocuparse únicamente en tomar un trozo de carne, llevándoselo a la boca mientras miraba lo que acontecía en silencio. Entendió que muchos en la mesa tenían una forma de actuar muy propia japonesa (demasiada cerrada a ojos de ella), mas, no pudo evitar sonreír ante el alarme de la mayoría de la mesa cuando vieron a aquellos dos besarse. Casi rió, pero no esperó la última acción y es que nadie, ni la de cabello más oscuro, esperó aquel beso por parte de la contraria hacia ella.
La mesa calló, todo aquel parloteo que había hasta ese momento paró y los guardias no dudaron en acercarse hasta donde las dos estaban, alarmados. [...][/code]
Llamaba bastante la atención a diferencia de todos los que andaban allí, de los cuales, todos incluyendo a la mujer, llevaban traje. Además de que ninguno tenía un color tan llamativo en el pelo.
Ahora el señor pareció respirar tranquilo mientras que Kaida pareció ocuparse únicamente en tomar un trozo de carne, llevándoselo a la boca mientras miraba lo que acontecía en silencio. Entendió que muchos en la mesa tenían una forma de actuar muy propia japonesa (demasiada cerrada a ojos de ella), mas, no pudo evitar sonreír ante el alarme de la mayoría de la mesa cuando vieron a aquellos dos besarse. Casi rió, pero no esperó la última acción y es que nadie, ni la de cabello más oscuro, esperó aquel beso por parte de la contraria hacia ella.
La mesa calló, todo aquel parloteo que había hasta ese momento paró y los guardias no dudaron en acercarse hasta donde las dos estaban, alarmados. [...][/code]
K1577020 · 22-25, F
[code]La cena no tardó en llegar a la mesa donde todos aguardaban, repartida en varios platillos con diferentes manjares de todos los tipos imaginables en aquel país. Todo con un estilo japonés bastante marcado y con el cual todos parecieron encantados. Todos, casi sin ninguna excepción que ella alcanzase a notar, comían, degustando de manera sonora, aunque calmada entre varias charlas.
- Cuéntame, señor Yoshida. — buscó llamar la atención del que parecía esperar a su pareja, el cual ni muy alejado del asiento de ella estaba.
Este, tal vez por la sorpresa que le dio el oír la voz de la señorita Yamaguchi hablándole directamente, fue que dio un respingón en el asiento. Esperando ahora cualquier cosa que ella fuera a decir, mirando con una sonrisa nerviosa a la muchacha, quien, a diferencia de él, tenía una sonrisa sincera pese a lo que fuese que rondaba su cabeza.
- ¿Tiene pareja y realmente la está esperando o era una mala broma, señor Y-? – pero algo, más bien [...][/code]
- Cuéntame, señor Yoshida. — buscó llamar la atención del que parecía esperar a su pareja, el cual ni muy alejado del asiento de ella estaba.
Este, tal vez por la sorpresa que le dio el oír la voz de la señorita Yamaguchi hablándole directamente, fue que dio un respingón en el asiento. Esperando ahora cualquier cosa que ella fuera a decir, mirando con una sonrisa nerviosa a la muchacha, quien, a diferencia de él, tenía una sonrisa sincera pese a lo que fuese que rondaba su cabeza.
- ¿Tiene pareja y realmente la está esperando o era una mala broma, señor Y-? – pero algo, más bien [...][/code]
J1576777 · 26-30, F
(...) Acomodó sus lisas y suaves hebras rosadas detrás de sus orejas después de que amablemente le ayudaron a despojarse de su abrigo, sólo para dejar a la vista un atrevido vestido color negro. Lo corto lo compensaba con unas botas del mismo color que llegaban hasta sus muslos. El vestido se ceñía a su fisonomía como una segunda piel, no tenía mangas pero sí un exquisito cuello de tortuga que, además fue adornado por un precioso collar de perlas.
La única persona que no se despegó de su asiento fue la mujer que estaba sentada en el lugar contiguo al que le fue asignado, además su cara no disimulaba el descontento por su tardanza.
Apenas tomó asiento, giró su cuerpo en dirección a la joven. No quería arruinar su velada ni empezar con el pie izquierdo, fuera quien fuera, pasarían un largo rato sentadas una al lado de la otra, así que sin más, se inclinó hacia la desconocida y le plasmó un corto beso en los labios.
– ¿Tú también me estabas esperando?
La única persona que no se despegó de su asiento fue la mujer que estaba sentada en el lugar contiguo al que le fue asignado, además su cara no disimulaba el descontento por su tardanza.
Apenas tomó asiento, giró su cuerpo en dirección a la joven. No quería arruinar su velada ni empezar con el pie izquierdo, fuera quien fuera, pasarían un largo rato sentadas una al lado de la otra, así que sin más, se inclinó hacia la desconocida y le plasmó un corto beso en los labios.
– ¿Tú también me estabas esperando?
J1576777 · 26-30, F
(...) Se presentó en su mesa con un aparatoso abrigo blanco de pelo sintético –pero de muy buena calidad–.
– Caballeros, no se levanten, por favor –aparentemente el banquete ya se había servido, todo olía y se veía exquisito. La pelirrosada sonrió a cada miembro de la mesa que rodeaba como si los conociera de toda la vida; eso solía confundir a las personas. Identificó a su cliente sólo porque había visto una fotografía suya en la aplicación cuando la contrató. Un hombretón que quizá le doblaba la edad, pero no estaba nada mal, la verdad, de hecho le recordó a Bruce Wayne, sobre todo cuando se puso de pie para recibirla–. ¡Cariño mío! –y nuevamente, como si le fuera de lo más familiar, lo saludó con un beso tronado en los labios. Qué aprovechada, sí, pero eso pareció hacerlo olvidar su demora. (...)
– Caballeros, no se levanten, por favor –aparentemente el banquete ya se había servido, todo olía y se veía exquisito. La pelirrosada sonrió a cada miembro de la mesa que rodeaba como si los conociera de toda la vida; eso solía confundir a las personas. Identificó a su cliente sólo porque había visto una fotografía suya en la aplicación cuando la contrató. Un hombretón que quizá le doblaba la edad, pero no estaba nada mal, la verdad, de hecho le recordó a Bruce Wayne, sobre todo cuando se puso de pie para recibirla–. ¡Cariño mío! –y nuevamente, como si le fuera de lo más familiar, lo saludó con un beso tronado en los labios. Qué aprovechada, sí, pero eso pareció hacerlo olvidar su demora. (...)
J1576777 · 26-30, F
Tarde, una vez más. El auto que le enviaron llevaba por lo menos quince minutos esperando en las afueras de su edificio. Su cliente especificó lo importante que era esa cena, así que la venusiana puso especial empeño en su apariencia, nadie podría molestarse con ella –o descontarle, en su defecto– en cuanto le vieran llegar al restaurant.
Quizá por su informalidad, su actitud tan suelta, cínica, despreocupada, juguetona, confianzuda y desinhibida, se le comparaba con el clásico personaje de Truman Capote entre sus compañeros –y uno que otro cliente de cultura–; Holly Golightly. Mas Holly no estaba ni cerca de parecerse al pseudónimo que la mujer de cabellos rosados escogió para sí.
– ¡Pero qué temprano han llegado todos! –¿Perder el toque con una disculpa? ¡Jamás! Ella no llegaba tarde a ningún lugar: los demás llegaban temprano. (...)
Quizá por su informalidad, su actitud tan suelta, cínica, despreocupada, juguetona, confianzuda y desinhibida, se le comparaba con el clásico personaje de Truman Capote entre sus compañeros –y uno que otro cliente de cultura–; Holly Golightly. Mas Holly no estaba ni cerca de parecerse al pseudónimo que la mujer de cabellos rosados escogió para sí.
– ¡Pero qué temprano han llegado todos! –¿Perder el toque con una disculpa? ¡Jamás! Ella no llegaba tarde a ningún lugar: los demás llegaban temprano. (...)
K1577020 · 22-25, F
[code][...] alguien llegaba tarde.
Chasqueó la lengua, aparentando darle menos importancia de la que realmente tenía. Un fallo por la parte del que faltase, ya pensaría qué hacer, mas, no iba a esperar más de lo que ya había esperado en lo que llevaba de noche.
Solo hizo falta un movimiento de mano para llamar la atención de los meseros y los que estaban sentados en la mesa. Ya había pasado, pasado bastante de la hora en la que se acordó estar. Además, tenía hambre.[/code]
Chasqueó la lengua, aparentando darle menos importancia de la que realmente tenía. Un fallo por la parte del que faltase, ya pensaría qué hacer, mas, no iba a esperar más de lo que ya había esperado en lo que llevaba de noche.
Solo hizo falta un movimiento de mano para llamar la atención de los meseros y los que estaban sentados en la mesa. Ya había pasado, pasado bastante de la hora en la que se acordó estar. Además, tenía hambre.[/code]
K1577020 · 22-25, F
[code]Sonreía a todos los presentes sin excepciones de ningún tipo, agradable como de costumbre. La única mujer entre todos esos hombres era la que presidía la mesa en aquella cena. La cabecilla de los que andaban sentados, en su mayoría mayores, y de los que andaban de pie, quienes ejercían en su mayoría de guardias, exceptuando a algunos camareros.
Cualquiera que entrase a aquella habitación privada del restaurante y viese aquella escena pensaría que se trataba de una cena de empresarios. Sí, podría ser, aunque más bien ella lo considerase como una celebración para el bando propio. Una victoria y qué más que celebrarlo en uno de los mejores restaurantes bajo el mando de su linaje.
Algunos de los presentes bebían, otros trataban de pasar desapercibidos y, los restantes, hablaban, contando historias a las cuales la mujer no se esforzó ni en prestarles atención. Mas, su vista y la de varios otros estaba, más concretamente, en un asiento que no se encontraba lleno: [...][/code]
Cualquiera que entrase a aquella habitación privada del restaurante y viese aquella escena pensaría que se trataba de una cena de empresarios. Sí, podría ser, aunque más bien ella lo considerase como una celebración para el bando propio. Una victoria y qué más que celebrarlo en uno de los mejores restaurantes bajo el mando de su linaje.
Algunos de los presentes bebían, otros trataban de pasar desapercibidos y, los restantes, hablaban, contando historias a las cuales la mujer no se esforzó ni en prestarles atención. Mas, su vista y la de varios otros estaba, más concretamente, en un asiento que no se encontraba lleno: [...][/code]
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