— ¡No me hagas esperar! Maldita sea. —
Frunció el ceño como muestra de molestia mientras caminaba tras de ella, realmente sabia como sacarle de sus casillas, o eso parecía. Sumado a esa risa... Que solo lograba molestarlo más.
— La que se quemará eres tú, no yo. —
Frenó con sus intentos por el pie que se interponía entre ambos, cruzando sus brazos inmediatamente.
— ¿Ehhhh? ¡Ni pienses que lo haré? ¡Antes muerto! —
Desvió la mirada, orgulloso como el solo.

|bajón

— ¡Espera! —su risa le contagió, por supuesto. Pocas veces tenía la dicha de verle así, mas no por ello le dejaría hacer lo que le viniera en gana—. Está caliente —había interpuesto un pie entre ambos para que el azabache no se abalanzara sobre su ramen enseguida. Antes envolvió los palillos en una buena cantidad de noodles y les sopló con cuidado por unos segundos antes de dirigir el bocado a los labios ajenos—. Abre grande, di "AH". ♡

— Eres imposible... — Suspiró, rindiéndose en su labor antes de perseguir a la chica hacia la sala, definitivamente no podía contra ella. — ¡Dame eso! —

— Suerte hallando algo más que cerveza —se burló, dirigiendo sus pasos hacia la sala, con la nariz sumergida en el vapor que salía del ramen y en el camino clavó los palillos para atrapar su primer bocado—. Cuando te canses de buscar, te estaré esperando con tu mitad lista. —

— Guarda silencio y ve a la sala, veré si puedo preparar algo decente con lo que hay en el refrigerador. —

— ¿E-eh? Espera, ¿estás menospreciando mi cena? ¡Te iba a compartir de mi ramen! —

— No te había dicho que también se cocinar, ¿Verdad? Ven. Te preparare algo. Y no cobraré, tranquila. —