La mordida no la esperó, pero sí que le hizo sentir una satisfacción plena, propia de ese provocar tan único que solo Elisse puede traerle. Es tal su gusto que casi de forma inevitable ya habría apretado los glúteos de la otra mujer, inclinándose a fundir los otros labios con sus besos.

━ Eso me gusta.

No deseaba esperar mas, por lo cuál finalizaria las minimas muestras de afecto para poder atrapar los labios ajenos con los propios, de forma realmente breve, pero si lo suficiente como para darle una suave mordida sobre su labio inferior, aunque teniendo casi nada de distancia entre ambas.

— Para ti, siempre estare preparada mon chéri.

Todo estaba yendo perfecto, entre más cerca la sentía, más buscaba esos labios para poder embriagarse de ese sabor suyo. Esos labios suyos la tenían como una adicta cualquiera, Jeanne no podía frenar siempre que Elisse iniciaba esos gestos.

━ Te los voy a pedir siempre, espero estés preparada.

Por cada beso que le daba, solo disminuia la distancia entre ambos rostros, apretando un poco mas sus mejillas en el proceso. Era innegable que apesar de la forma de ser que ella tenia, el amor que Elisse sentia era lo suficiente como para restarle importancia.

— Los tendras siempre que me los pidas.

Tal como esperaba, tiene los besos de su esposa para ella, gustosa sin duda es que pudo corresponder como le era posible.

━ Perfecto, porque los quiero todo el tiempo.

Suspiro un poco entonces, apretujando sus mejillas solo para resaltar sus dulces labios, comenzando a da breves y suaves besos sobre las comisuras de sus labios.

— Ni dudes que no lo haré.

Había reído ante ello, incluso ahora que la misma Elisse pareció permisiva, no se negó a apretar la zona, un amase firme. Le guiñó un ojo.

━ Podrías apeovecharlo con varios besos.

Aunque muchas veces le golpeaba la mano ante cualquier forma de sobrepasarse, lo cierto es que debido a las atenciones previas, lo dejo pasar al seguir centrando su mirada en el rostro contrario.

— Entonces debere aprovechar hasta el minimo segundo.

Es imposible no sentir bien aquel cuerpo encima suyo, sobretodo a las posaderas, siendo que, apenas escucharle hablar le daba razón suficiente para posar sus manos sobre la zona, apretando con esa brusquedad que le es habitual.

━ Estoy de buenas para complacer un poco esa necesidad de afecto más dulce.

Ya no podia verse en otro lado que no fueran sus brazos, por lo cuál al estar completamente sentada sobre ella, se acomodo un poco, solo para que su retaguardia se apoyase en su regazo mientras llevaba ambas manos a las mejillas ajenas.

— ¿Y por qué tanto cariño? ¿Deberia festejar?