La miró y sonrió burlesco. Sólo le gusta molestarla aún cuando ella tiene algo de verdad.

—Como dije, son fi-de-os... Tienes que entrenar más duro si quieres dominar ese poder.

— No son fideos

Ella levanta ambos brazos, flexiona y se marcan unos buenos bíceps, no tan grandes como los de él, pero eran decentes para ser una chica.

—No me mientas, la última vez tenías los brazos tan delgados como unos fideos.

— Yo tengo musculos Kacchan

—Por supuesto, no soy un escuálido como tú. Y asegúrate de no jalar ese seguro o explotarás, te lo advierto.

— Si, eres muy fuerte Kacchan

—Cargarte así es demasiado fácil ¿Estás contenta ahora?