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Que aburrido.
 
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- Una gran actriz la canina que terminaba siendo cargada para ser llevada rápidamente hacía un lugar adecuado para que la alimentaran, últimamente salía a solas por las calles, cosa que no debía hacer por sugerencia de su padre, pero había tantas cosas que comer, su hambre era cada vez más apabullante y difícil de controlar. Ya posicionada sobre la almohada, estiraba la pata trasera con gran dramatismo, sin embargo su canino olfato pronto percibió el exquisito aroma de la bola con carne. Abrió las fauces lentamente, inclusive temblorosa , para con cuidado tomar parte la suave masa y arrancar un trozo.-
— H-hah.. ¡Gracias!
-Descuidada se le saldrían aquellas palabras, más se quedo helada, olvidando la segunda regla, no hablar con extraños. Abría ambos ojos con amplitud, y se giro sobre su propio eje, para así tomar asiento frente a el, robándole el alimento que seguro había rodado por el piso.-
— . . ¿Guau?
-¿Ehhhhhhhhh? ¡Noooooooo! -El Izanagi corrió de inmediato para socorrer al pequeño can que acababa de sucumbir delante suyo. Se inclinó para tomar a la cachorra en sus brazos-. ¡Espera espera! ¡No mueras aun! ¡Debes crecer! -Se levantó y corrió de inmediato hasta su "escondite secreto", el cual era una improvisada casita en un árbol hecha por tablas de madera. Subió con cuidado la escalera y ya dentro, dejó a la cachorra sobre una almohada en el centro del reducido espacio del lugar. -¡Aguanta! -Se dio la vuelta para rebuscar en un pequeño saco, de donde sacó unos bollos de carne que compró hace un par de horoas-. ¡Ten! ¡Come! No es tan calientes pero...servirán.

Con cuidado, tomó un trocito pequeño del aperitivo y lo extendió hacia el hocico del moribundo can. Él se tragó por completo la actuación de la cachorra.
— Woff.

- La pequeña cachorra buscaba algo de comida, pues a pesar de que comía bien con sus padres, una golosina no le vendría mal. Se tiro boca arriba fingiendo morir de hambre.-

—A-Auuuuu.

-¿Eh? ¡¿Eso es...un...PERRITO?! ¡Ven, pequeño! ¿Tendrá dueño? Ayumu y Minako estarían felices si estuvieran aquí.

— ¡Woff!

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